24 de mayo
|1833 – Estreno en la Court Opera de Berlín de la ópera romántica en un prólogo y tres actos «HANS HEILING» de Heinrich Marschner (1795-1861), sobre libreto de Eduard Devrient, basado en un cuento folklórico. Intérpretes de la premiére: Grünbaum, Valentini, Devrient, Bader, dirigidos por Heinrich Marschner.
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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1873 – Estreno en la Opéra-Comique de París de la ópera en tres actos “LE ROI L’A DIT” [El rey lo ha dicho] de Léo Delibes (1836-1891), sobre libreto de Edmond Gondinet.
Fuente:
Bertelé, Antonio [et alt.] – ENCICLOPEDIA DEL ARTE LIRICO
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1899 – Estreno en la Opéra-Comique de París de la ópera en cuatro actos «CENDRILLON» de Jules Massenet (1842-1912), sobre libreto de Henri Cain basado en el cuento de Charles Perrault. Intérpretes de la premiére: Giraudon, Bréjean-Silver, Emelen, Deschamps-Jehin, Fugère, dirigidos por Luigini.
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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1914 – Nacimiento en Turín (Italia) del barítono GIUSEPPE VALDENGO. Originalmente deseó ser un músico de orquesta y estudió violoncello, oboe y corno inglés en el conservatorio de su ciudad natal. Luego se preparó en la disciplina de canto con Michele Accoriuti. Debutó en Alessandria en 1936 como Sharpless (Madama Butterfly). Ese mismo año cantó en Parma el Figaro rossiniano. En 1939 tomó contacto con La Scala, pero su actividad allí quedó sujeta a sus obligaciones como soldado en el conflicto armado mundial. Aún así, en 1941 pudo cantar Germont (Traviata) y un año después el mandarín de Turandot, el padre de Hansel y Gretel y Sharpless. En 1953 volvió para L’amore dei Tre Re y una Bohème dirigida por Bernstein. Debutó en la Opéra de París en Rigoletto (1953) y más tarde, cantó Falstaff (1967). Participó en el Festival de Glyndebourne (1955) con el Raimbaud de Le Comte Ory y Don Giovanni. En 1946 Valdengo realizó una gira por Estados Unidos y cantó con la New York City Opera. En 1947 tomó contacto con Toscanini y debutó en el Metropolitan con el Tonio de Pagliacci. En la misma temporada interpretó: Figaro, Amonasro, Germont y Sharpless. En 1948/49 siguieron Belcore, Il Conte di Luna, Enrico Ashton (Lucia), Marcello y Ford (Falstaff). En 1949/50, cantó Lescaut en la Manon pucciniana, Paolo (Simon Boccanegra) y Escamillo (Carmen). Sus últimas óperas para la compañía fueron: Carmen, Faust, Le nozze di Figaro (como Almaviva), Rigoletto y La forza del destino. En San Francisco se presentó en cuatro temporadas entre 1947 y 1952 en base a su repertorio habitual del Met. Valdengo fue artista invitado de los teatros de Londres, París y Viena. Luego de su retiro de la escena se dedicó a la enseñanza del canto en Turín. Barítono italiano de destacada trayectoria en su patria y en Norteamérica. Se hizo famoso al ser designado por Toscanini para sus célebres transmisiones de la NBC de Otello, Falstaff (protagonista) y Aida, más por su musicalidad y la cuidada línea de canto que por una entera adecuación vocal a los personajes encomendados. Su técnica fue depurada y el buen gusto predominante lo hizo un ideal mozartiano. También se atrevió con moderado éxito a aventuras como Rigoletto, Escamillo, Il Conte di Luna y Don Carlo di Vargas.
GIUSEPPE VALDENGO falleció en Aosta (Italia) el 4 de octubre de 2007.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – CALLAS Y 99 CONTEMPORANEOS
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1918 – Estreno en la Királyi Operház de Budapest de la ópera en un acto “EL CASTILLO DEL DUQUE BARBA-AZUL” de Béla Bartok (1881-1945), sobre libreto de B. Balazs. Intérpretes: Olga Haselbeck, Oszkar Kálman. Director: Egisto Tango.
Fuente:
Bertelé, Antonio [et alt.] – ENCICLOPEDIA DEL ARTE LIRICO
Libreto bilingüe húngaro-español:
Website Kareol – http://www.supercable.es/~ealmagro/kareol/obras/barbazul/barbazul.htm
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1936 – Fallecimiento en Roma (Italia) de la soprano CLAUDIA MUZIO. Había nacido en Pavía (Italia) el 7 de febrero de 1889. Su padre fue director de escena del Covent Garden y del Metropolitan; la cantante pasós sus primeros años en Londres. Estudió piano y arpa, y luego se trasladó a Turín, donde estudió canto con Casaloni, Fugazzola y Callery Viviani. Debutó en 1910 con Manon en Arezzo; cantó también Gilda en Rigoletto, en Messina.
En 1911 se presenta en el Dal Verme de Milán en Faust, y graba su primer disco. En esa sala obtendría sus primeros éxitos con Manon Lescaut y Otello. Alla Scala la conoció como Desdemona, en 1912, y en ese papel también se presentó en el San Carlo de Nápoles.
En 1914 cantó en el Covent Garden, y el 4 de diciembre de 1916 debutó en el Metropolitan con Tosca. En esa compañía fue confirmada anualmente hasta la temporada 1921/22; volvió en 1934 para una aislada Traviata, luego de su reconciliación con Gatti-Casazza.
En ese período fue, además, protagonista de Manon Lescaut y Madama Butterfly; Nedda, en Pagliacci; Leonora, en Il Trovatore; Aida; Mimì en La Bohème; Berta el Le Prophete; Fiora, en L’amore dei tre re; Giorgetta, en el estreno mundial de Il Tabarro (14 de diciembre de 1918); Santuzza, en Cavalleria Rusticana; Tatiana, en Eugene Oneguin; y Maddalena, en Andrea Chenier. Totalizó alrededor de doscientas funciones en la célebre sala de Broadway. Nunca pudo ocupar un puesto de real lucimiento en el Metropolitan, ya que si bien había pisado fuerte en un principio –cuando intentaba sustituir a la vacilante Bori- no pudo resistir la competencia de Farrar como primera estrella, ni la llegada de Jeritza en 1922.
De ese año hasta 1932, centró su actividad norteamericana en Chicago, donde dividía honores con Rosa Raisa; pero realmente fue el Teatro Colón de Buenos Aires el teatro que le dio el gran espaldarazo. Se la llamó incluso La Divina Muzio. En un período que va de 1919 a 1928 y 1933/34 la soprano cantó entre otros papeles La forza del destino, el estreno sudamericano de Turandot, Norma, Loreley, La Wally, Mefistofele, Nerone, Lohengrin, Madame Sans-Gêne, Ollantai, La fiamma, Cecilia y Monna Vanna.
De estos viajes a Buenos Aires aprovecharon el Municipal de Rio de Janeiro (Brasil), que la vio sobre sus escenarios a menudo, y los teatros líricos de Montevideo (Uruguay).
En Europa, su actividad fue entonces muy espaciada. Cantó Aida en la Opera de París, en 1923, y La Traviata y Tosca en Alla Scala en 1926, en plena era toscaniniana. La Opera Real de Roma la contrató entre 1927 y 1935. Entre sus títulos preferidos figuraban también Der Rosenkavalier, Adriana Lecouvreur, Zazá y Die Walküre, donde interpretaba a Sieglinde.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1962 – Fallecimiento en Ankara (Turquía) de la mezzosoprano CLOE ELMO. Había nacido en Lecce (Italia) 9 de abril de 1910. Estudió canto con Edwige Chibaudo en la Academia de Santa Cecilia de roma y luego se perfeccionó con Isora Rinolfi. En 1934 debutó en Cagliari como Santuzza en “Cavalleria Rusticana” y quedó sellado su destino de cantante de primera línea. Su ingreso a las filas de La Scala se produjo el 26 de diciembre de 1936 con un “Falstaff” que reunía en su elenco a Stabile y Casazza, bajo la dirección de De Sabata. A esta triunfante Meg siguió una Brangania de “Tristán e Isolda” con el mismo director. Luego encarnó a Hansel, alternando con la Pederzini. Siempre en 1937 fue Clotilde en “Notturno romantico” de Pick-Mangiagalli y en 1938 cantó el papel de Niegiata en “Sadko” de Rimsky-Korsakov bajo la batuta de Gino Marinuzzi. Pocos días después fue Nancy en “Marta”, junto a Gigli y Favero. En mayo del mismo año interpretó algunas funciones de “El juglar de Nuestra Señora” de Massenet (protagonista) y mostró su adaptación al carácter de Margarita en “I quattro rusteghi” de Wolf-Ferrari con el Lunardo de Baccaloni. El 22 de febrero de 1939 encarnó a la Principessa di Bouillon en “Adriana Lecouvreur” y al día siguiente cantó Hansel. En diciembre incursionó en el Bel canto con el Pierotto de “Linda di Chamounix” junto a Toti dal Monte, Basiola, Pasero y Baccaloni. En enero de 1940 fue Preziosilla en una célebre “Forza del destino” conducida por Marinuzzi y coprotagonizada por Cigna, Gigli y Borgioli. Con el mismo tenor y director fue una lucida Azucena de “Il Trovatore” pocas semanas después. EN marzo hizo el papel de Fátima en “Oberon” de Weber en un par de funciones dirigidas por Serafin y con la Simionato como Puck. Volvió en octubre de 1942 con motivo de un festival de óperas contemporáneas a los efectos de cantar el papel de Moraima en “Re Hassan” de Ghedini, que había estrenado en 1939 en Venecia junto a Pasero. A fin de año y otra vez con De Sabata fue Quickly en un “Falstaff” que interpretaban Stabile, Gobbi y la Barbieri como Meg. Con esta colega y Tancredi Pasero cantó “Il retorno d’Ulisse in patria” de Monteverdi (arreglo de Dallapiccola) en la que quizá haya sido la primera puesta en escena italiana luego de trescientos años.
Después de la destrucción de La Scala por los bombardeos aliados, la compañía presentó unos espectáculos en el Teatro Donizetti de Bérgamo. Elmo reeditó allí su Quickly junto a Somigli, Simionato, Poli y el infaltable Mariano Stabile. Luego, en el marco de un ciclo denominado “Comedias musicales de los siglos XVIII al XX”, se repitió esa ópera en el lírico de Milán con igual reparto. En marzo de ese mismo 1944 compartió el cartelón con Pasero y Simionato en “Boris Godunov” (Marina). En vísperas de Navidad fue Tigrana en “Edgar” de Puccini bajo la dirección de Antonino Votto. En enero de 1945, y en el Lírico, cantó su primera Amneris para la compañía, dirigida por Marinuzzi. En mayo fue Laura en “La Gioconda”, fieramente protagonizada por la Cigna. En ese momento se produjo un amplio paréntesis de actividades en La Scala y Elmo buscó afianzarse en otros centros líricos, especialmente el Metropolitan. Regresó a la principal sala milanesa recién en mayo de 1951 como Ulrica en “Un ballo in maschera”, con motivo de las funciones en que Jussi Björling intentó infructuosamente conquistar a ese público. Casi inmediatamente volvió a su Quickly y a De Sabata-Stabile, pero esta vez con Tebaldi y Valletti en el reparto. Un día después de inaugurarse la siguiente temporada con “I vespri siciliani” y la Callas, Elmo fue Baba en “La carrera del libertino” de Stravinsky bajo la dirección de Ferdinand Leitner. En esos momentos la Barbieri estaba asentada en la compañía y la Simionto comenzaba su curva ascendente, por lo que Elmo, ya declinante en el aspecto vocal, comenzó a refugiarse en personajes característicos que podían mostrar sin mayores problemas sus dotes histriónicas.
El 9 de febrero de 1952 fue Marfa Kabanova en “L’Uragano” de Rocca y en marzo otra Marfa, la de “Proserpina e lo Straniero” de Juan José Castro. Dirigió el autor, con Carteri (o la uruguaya Virginia Castro) y Guelfi. En mayo de ese año y en la senda adoptada de acuerdo al nuevo status vocal cantó la protagonista femenina de “Debora e Jaele” de Pizzetti. Otro “Falstaff” se realizó poco después. En enero de 1954 interpretó “Las bodas” de Stravinsky bajo la dirección de Carlo Maria Giulini y se despidió del público de La Scala con un “Eugenio Onieguin” conducido por Rodzinski (con Bastianini, Di Stefano y Tebaldi en el elenco) y con funciones de su celebrada Margarita de “I quattro rusteghi”, con la que había tenido tanto éxito en 1938. […]
Cuando durante los últimos años de su gestión Edward Johnson quiso insuflar nuevas energías al anémico cartelón del Metropolitan trajo a su compañía a artistas como Giuseppe Di Stefano, joven tenor de promisorias condiciones, y a la temperamental Cloe Elmo, muy valorada en Italia. El debut de la mezzo se produjo en medio de grandes ovaciones el 19 de noviembre de 1947 con “Il Trovatore”. Ese éxito le planteó la posibilidad de mantenerse en la sala neoyorquina y en la misma temporada fue aplaudida como Ulrica en “Un ballo in maschera”, Santuzza en “Cavalleria Rusticana” y Amneris en “Aida”. En 1948-49 hizo sus últimas apariciones como Maddalena en “Rigoletto”, Zita en “Gianni Schicchi” y su proverbial Quickly de “Falstaff”. Arturo Toscanini la empleó también para ese rol en su célebre versión de la comedia lírica verdiana donde además participaron Giuseppe Valdengo, Herva Nelli, Teresa Stich-Randall y Frank Guarrera. Su actividad en San Francisco se ciñó a algunas funciones de “Il Trovatore” y “Falstaff” (1948) haciendo de segundo elenco de Ebe Stignani. Mientras Elmo lograba presentarse en el Metropolitan, su ilustre colega nunca logró un contrato en esa compañía.
Esta gran mezzosoprano puso fin a su carrera a una edad relativamente temprana a causa de un imparable deterioro vocal. Desde 1954 y hasta su muerte se dedicó a la enseñanza en el Conservatorio de Ankara, Turquía.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – CALLAS y 99 CONTEMPORÁNEOS