2 de junio
|1834 – Nacimiento en Elbekosteletz (hoy Kostelec nad Labem, Repúlica Checa) de la soprano TERESA STOLZ. Estudió en el Conservatorio de Praga, con Luigi Ricci en Trieste, y Lamperti en Milán; debutó en Tiflis (1857), también hizo su aparición en Constantinopla y Odesa antes de su debut italiano en Turín (1863). Su debut en La Scala fue como Giovanna d’Arco (1865); cantó el rol de Elisabeth di Valois en la premiére italiana de Don Carlo (Bolonia, 1867), la primer Aida europea (Milán, 1872), y creó la parte de soprano solista en el Requiem de Verdi (1874). Durante este tiempo se la asoció sentimentalmente con Verdi. Fueron notables sus interpretaciones de Alice (Robert le Diable) y Rachel (La Juive). Stolz se retiró en 1879 y aparentemente fue la soprano ideal de Verdi, una cantante apasionada y de voz poderosa.
TERESA STOLZ falleció en Milán (Italia) el 23 de agosto de 1902.
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
———————————
1863 – Nacimiento en Zadar (Croacia) del compositor y director de orquesta FELIX VON WEINGARTNER. Estudió filosofía en Leipzig y fue alumno de Liszt en Weimar, donde comenzó su actividad de compositor. Entre sus composiciones, la de mayor éxito fueron Sakuntala (1884) y la trilogía Orestes (1902), Kain und Abel (1914) Y Meister Andrea (1920). También escribió numerosos ensayos críticos, entre ellos Die Symphonie nach Beethoven (1897), y realizó importantes revisiones, como la edición completa de las obras de Berlioz. Fue director de orquesta en Danzig, Hamburgo, Berlín, Munich y Viena.
FELIX VON WEINGARTNER falleció en Winterthur (Suiza) el 7 de mayo de 1942.
Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre
———————————
1911 – Estreno en el Teatro Coliseo de Buenos Aires de la ópera en tres actos «ISABEAU» de Pietro Mascagni (1863-1945), sobre libreto de Luigi Illica (1857-1919). (Se hace notar que el estreno de «Isabeau» se realizó en el Teatro Coliseo y no en el Teatro Colón como algunos textos indican erróneamente). Intérpretes: Farnetti, Saludas, Galeffi. Dirección: Pietro Mascagni.
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Echevarría, Néstor – EL ARTE LÍRICO EN LA ARGENTINA»
———————————
1937 – Estreno en el Stadttheater de Zurich de la ópera «LULÚ» (Actos I y II) de Alban Berg (1885-1935), sobre libreto adaptado por el compositor de la obra “Erdgeist” (El espíritu de la tierra) y “Die Büchse der Pandora” (La caja de Pandora) de Frank Wedekind. Intérpretes: Hadzic, Bernhard, Baxevanos, Feher, Stig. Dirección: Robert Denzler.
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Libreto bilingüe alemán-español:
Website Kareol – http://www.geocities.com/ubeda2004/lulu/lulu.htm
———————————
1949 – Nacimiento en Brooklyn (Nueva York, EE. UU.) del tenor NEIL SCHICOFF. Estudió en la Juilliard School de Música, con su padre, el «cantor» Sidney Shicoff y otros, incluido Franco Corelli a principios de los años 1980. Cantó en pequeños teatros de Nueva York. Su debut profesional como tenor en un teatro importante de ópera fue en el rol titular de Ernani, dirigido por James Levine en Cincinnati en 1975.
En 1976, Shicoff debutó en el Metropolitan Opera como Rinuccio en Gianni Schicchi dirigido por Levine. Shicoff fue entonces contratado por el Met para cantar el papel de tenor en Rigoletto, La Bohème, Der Rosenkavalier, y Werther, que se convirtieron en sus papeles destacados. Pronto se presentó en los principales teatros de ópera de Estados Unidos y Europa. No obstante, padeció varias veces miedo escénico, lo que hizo que cancelara numerosas representaciones.
En 1978 se casó con la soprano lírica Judith Haddon, graduada también en la escuela Juilliar. Después de la muerte de su madre en 1984, Shicoff sufrió problemas emocionales, dificultades vocales y creciente ansiedad. Después de romper con su esposa en 1989, Shicoff tuvo un ataque de nervios en escena durante una representación de Werther en el Met.
Shicoff siguió cantando en el Met durante los años siguientes, pero en 1991 marchó a lo que él mismo llamó su exilio europeo. Vivió durante tres años en Berlín, luego en Zürich, ofreciendo representaciones por Europa (con algunas apariciones en Buenos Aires), y lentamente reconstruyó su reputación. Apareció con la Ópera Estatal de Viena, La Scala, la Ópera de París, Covent Garden, Deutsche Oper, Ópera Estatal de Baviera y otros teatros europeos.
En 1997, Shicoff y Haddon finalmente llegaron a un acuerdo de divorcio, lo que permitió a Shicoff casarse con la soprano Dawn Kotoski, con quien había vivido desde 1993 y renovar su relación con su hija, Aliza. Shicoff regresó al Met, como Lensky en Eugenio Oneguin.
Sus papeles más famosos, además de Werther), son los roles titulares de Los cuentos de Hoffmann y Peter Grimes y Lensky en Eugenio Onegin, así como una serie de papeles románticos franceses e italianos, para tenor lírico y spinto.
Posteriormente ha cantados los roles de Cavaradossi en Tosca y Hoffmann en La Scala y la Ópera de la Bastilla de París; Des Grieux en Manon Lescaut; Don José en Carmen para la Ópera Lírica de Chicago y Eleazar en La Juive de Halévy en el Teatro La Fenice en Venecia y con la Ópera Estatal de Viena.
Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre
Website oficial de Neil Shicoff:
http://www.shicoff.com/
———————————
1996 – Fallecimiento en Berlín (Alemania) de la soprano PILAR LORENGAR. Había nacido en Zaragoza (España) el 16 de enero de 1928. Su verdadero nombre era Lorenza Pilar García Sola. De familia humildísima, a los siete años sus padres consiguieron que ingresara en el colegio de religiosas de Villahermosa y en el coro comenzó a cantar. Siendo muy joven perdió al padre y su madre, que también cantaba, no intentó disuadirla porque secretamente tenía la ilusión de que su hija fuera algún día una gran cantante. Y para su satisfacción pudo verlo.
Cuando a los catorce años Pilar salió del colegio, tomó parte en los programas de “Ondas infantiles” que emitía Radio Zaragoza destacando su voz sobre las demás. Su madre, en tanto, se ganaba la vida como costurera y para ayudarla Pilar consumió su adolescencia cantando en cafés y salas de fiestas. Luego, en 1940 decidieron trasladarse a Madrid. Los primeros tiempos fueron difíciles. La madre cosía de la mañana a la noche y durante algún tiempo Pilar trabajó como aprendiza de sastra y dependienta de zapatería. La afición al canto crecía en ella de forma irresistible.
Comenzó a actuar en todos los programas de Radio Madrid que dirigía el maestro Tejada. Aunque su voz era bonita, comprendió que necesitaba adquirir la técnica necesaria. Entre los nombres de maestros de canto eligió el de Ángeles Ottein, gloriosa figura de la ópera. La admitió entre sus discípulas y con gran sacrificio pudo costearse las clases. Durante meses volvió a cantar en los cafés. La zarzuela era de momento la gran salida, y en 1951 consiguió ingresar en la compañía del maestro Guerrero como segunda tiple, con un sueldo de 125 pesetas diarias por las funciones de tarde y noche. Ese mismo año falleció el popular músico toledano dejando sin terminar su obra El canastillo de fresas, que completaron diversos compositores. Pilar estrenó el papel de protagonista en el Teatro Albéniz el 16 de noviembre con un éxito tan entusiasta que tuvo que cantar la romanza tres veces. Esa noche fue su revelación.
Hasta 1955 su carrera se desarrolló mayoritariamente dentro de los límites de su país, pero en este año obtuvo un sonoro triunfo en el Festival de Aix-en-Provence con el papel de Cherubino de Le nozze di Figaro. Después fue Pamina en Die Zauberflöte, en el Festival de Glyndebourne en 1956. Al comienzo de su carrera destacó en Don Giovanni, La Bohème y Madama Butterfly. En 1955 triunfó en el Covent Garden como Violeta en La Traviata. Desde entonces llevó a cabo una carrera internacional de primer orden, aunque su contrato con la Deutsche Oper de Berlín, a partir de 1958, limitó un poco el impacto de su proyección exterior, ya que sus actividades en dicho centro le dejaban un margen menor de movilidad para aceptar contratos. Por esta y otras varias razones Pilar Lorengar no actuó con mucha frecuencia en España, dándose el caso de que su debut en el Gran Teatro del Liceo no tuvo lugar hasta 1985, con Lohengrin. El público americano tuvo la oportunidad de aplaudirla por vez primera en San Francisco, en la temporada 1964-65, como Desdémona en Otello, cantando más tarde Liù en Turandot.
Ha cantado en casi todos los teatros y salas de concierto de renombre, como Salzburgo, Viena, París, Bruselas, La Scala de Milán, Colón de Buenos Aires, Bellas Artes de México, Chicago, Washington, así como Israel, Sidney y Japón, donde viajó con la Ópera de Berlín en 1963. Actuó regularmente en los más importantes teatros de los Estados Unidos, y con motivo de la inauguración del Nuevo Metropolitan en 1967 cantó Die Zauberflöte. El último papel que incorporó a su repertorio fue el de Magdalena en Andrea Chénier, que cantó en la Ópera de Lyon en 1989.
En nuestro país cantó relativamente poco. Cabe destacar Pepita Jiménez, en 1964, con Alfredo Kraus y Raimundo Torres, en el Teatro de La Zarzuela; Le nozze di Figaro, con Teresa Berganza; Falstaff, en 1983, junto a Juan Pons, y Otello, en 1985 con Plácido Domingo. En el Liceo barcelonés intervino en las funciones de Lohengrin, en 1986, lo que constituyó su tardío debut en este teatro. Pilar Lorengar escogió el Teatro Campoamor de Oviedo para su concierto de despedida, que tuvo lugar el 22 de octubre de 1991.
A lo largo de su vida artística recibió el Premio Nacional de Interpretación, el Lazo de Isabel la Católica, la Medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y el Premio Ofelia Nieto, además de otros muchos en Inglaterra, Francia y Alemania.
Fuente:
Website La Zarzuela – http://lazarzuela.webcindario.com/
———————————
2004 – Fallecimiento en Módena (Italia) del bajo NICOLAI GHIAUROV. Había nacido en Velingrad (Bulgaria) el 13 de septiembre de 1929. Hijo de un sacristán, cantó en el coro infantil de una iglesia pero su voz fue realmente descubierta durante el servicio militar. Estudió privadamente con el compositor Petko Stainov y luego con Brambarov en el Conservatorio de Sofía (1949). Al año siguiente se trasladó a Moscú donde continuó su preparación hasta 1955. En esa fecha debutó en el Estudio-Opera de esa ciudad y en 1956 se presentó en la capital búlgara a través del Don Basilio de Il Barbiere di Siviglia para luego ganar un importante premio en un concurso llevado a cabo en París.
En 1957 cantó el Ramfis de Aida en la Opera del Estado de Viena, para presentarse un año después en el Bolshoi de Moscú como Pimen en Boris Godunov y Basilio en Il Barbiere. En febrero de 1960 debutó en La Scala (como Varlaam) en un Boris protagonizado por Christoff con el Pimen de Zaccaria. En abril fue Ramfis junto a Nilsson (o Price), Simionato, Miranda Ferraro y MacNeil. En enero de 1961 fue el Padre Guardiano (Forza del Destino) junto a Cavalli, Labò, Bastianini, Capecchi y Simionato. En diciembre del mismo año encarnó a Creonte en Medea con motivo de las últimas presentaciones de Maria Callas en la compañía, donde también cantaban Vickers y Simionato. En enero de 1961 interpretó a Baldassarre (La Favorita) cuando la Cossotto sustituyó a la mezzo antes nombrada en el día del estreno. Gianni Raimondi fue Fernando y Bastianini el rey Alfonso XI. La carrera milanesa continuó sin tropiezos en 1962 con el Méphistophélès de Faust con Raimondi y Scotto. El 28 de mayo de ese año se representó la histórica versión de Les Huguenots de Meyerbeer donde le cupo a GHIAUROV defender el papel de Marcelo junto a Corelli, Simionato, Sutherland, Cossotto, Tozzi y Ganzarolli. En marzo de 1963 protagonizó Don Giovanni bajo la dirección de Hermann Scherchen y un elenco compartido con Leontyne Price, Schwarzkopf, Alva, Freni y Ganzarolli. De la larga lista de títulos interpretados cuyas grabaciones privadas se conservan, se puede citar un Mefistofele de Boito (1964) con Kabaivanska y Bergonzi; Nabucco (1966), junto a Suliotis, Guelfi y Gianni Raimondi; también Ernani (1969) en compañía de Kabaivanska, Domingo y Meliciani y Don Carlo (1977) con Freni, Obratzova, Carreras y Cappuccilli, dirigidos por Claudio Abbado.
Otras ciudades italianas que los aplaudieron fueron Florencia (Attila, 1972; Gencer y Lucchetti, dir. Mutti), Roma (Don Carlo, 1968; Gencer, Cossotto, Prevedi y Bruscantini; Jovanchina, 1974; Cossotto, Lucchetti y Cappuccilli) y Nápoles (Simon Boccanegra, 1970; Maragliano, Prevedi y Cappuccilli). Para la RAI concretó la interpretación de Moisè de Rossini junto a Zylis-Gara, Verrett, Garaventa y Petri.
En la Opera de París cantó Faust y Aida en 1958, regresando en 1963 para Don Carlo y con continuidad a partir de 1974 (Don Quichotte, Padre Guardiano y el Séneca de L’Incoronazione di Poppea). El debut de GHIAUROV en el Covent Garden se produjo en 1962 con La Forza del Destino, junto a Cavalli, Bergonzi, Shaw y Capecchi. Otras actuaciones importantes de años más recientes fueron Ernani (1972; Papantoniou, Bergonzi y Cappuccilli), Don Carlo (1977; Ricciarelli, Bumbry, Carreras y Mazurok) y Faust (1977; Freni y Kraus). En 1965 se presentó en el Festival de Salzburgo con Boris Godunov. Otros papeles enjundiosos enfrentados allí fueron Don Giovanni y Filippo II. En Viena cantó Don Carlo en 1967 (Jones, Ludwig, Domingo y Paskalis), título que se repitió en 1970 (Janowitz, Verrett, Corelli y Wächter). También Boris Godunov en 1976 (Fassbänder y Atlantov). Además se presentó en Hamburgo y Montecarlo.
El público norteamericano lo conoció en 1963 a través de la Opera de Chicago con Faust. En años posteriores fue aplaudido en Don Carlo (1964; Gencer, Bumbry, Tucker y Gobbi), Mefistofele (1965; Tebaldi, Suliotis y Kraus), Don Quichotte (1974; Cortez y Foldi), Jovanchina (Ivan Jovansky, 1976; Cortez y Mittelman), Eugenio Onieguin (1984; Freni y Dvorsky) y Faust (1984; Freni y Kraus). GHIAUROV debutó en el Metropolitan el 8 de noviembre de 1965 con Faust, cantando a los pocos días Don Carlo. En 1967 agregó el Padre Guardiano (Forza del Destino) y en 1968 fue Fiesco (Simon Boccanegra). En 1991 festejó los veinticinco años de la sala del Lincoln Center junto a Luciano Pavarotti, Leo Nucci, Plácido Domingo y Mirella Freni. En 1966 cantó Mefistofele en el Carnegie Hall. En Washington cantó en 1976 (Simon Boccanegra) y en Filadelfia (Don Carlo) en 1966. La Opera de San Francisco contó con él en 1967 a través de un Faust protagonizado por Kraus, pero el éxito obtenido no tuvo continuación. Algo similar sucedió en Buenos Aires (1971), con la misma ópera y Nicolai Gedda a la cabeza de la distribución. La exhaustiva carrera europea hizo imposible el regreso del divo a tierras americanas, en las que ha tenido escasas presentaciones.
GHIAUROV recogió una histórica tradición de canto eslavo que se ha prolongado hasta nuestros días debido a los triunfos obtenidos en el correr de su carrera larga y prestigiosa. La línea partió de Fiodor Chaliapin y pasó por el arte de Boris Christoff para culminar en GHIAUROV, con quien parece llegar a su fin. Nuestro bajo poseyó una voz más oscura que la del primero y más dúctil que la del segundo. A cambio, sus colegas lo aventajaron en una mayor proyección de cada personaje, sobre todo en las alucinadas criaturas del repertorio ruso y en los profundos conflictos humanos surgidos de la pluma de Verdi. GHIAUROV es un bajo cantante con una característica tímbrica compacta y mórbida a la que se añade una notable igualdad de registros. Ha llamado la atención su capacidad para expandirse en las grandes salas (y espectáculos al aire libre) con vibraciones intensas, voluminosas, armoniosas y redondas, que en sus décadas de triunfo (los sesenta y parte de los setenta) surgieron sin esfuerzo. Otras características de GHIAUROV son la musicalidad del fraseo, la espontaneidad de la expresión (tanto en el arrebato dramático como en la inflexión acariciadora) y la naturalidad e idiomaticidad de su canto. La exuberancia de esos medios lo ha hecho medirse con un repertorio muy extenso, haciendo gala de una gran versatilidad. Ha pasado de algunos personajes belcantísticos bien logrados hasta el meollo de la creación verdiana y los diablos de Boito y Gounod, que han gozado en sus manos de una cuota especial de interés. La personalidad vocal de GHIAUROV radica en el timbre oscuro pero maleable que posee un casi imperceptible factor arenoso que le da un especial atractivo a toda la emisión.
Su físico imponente y el domino escénico natural y cultivado lo han hecho ideal para los personajes mayestáticos o diabólicos. No ha querido seguir literalmente los pasos de sus antecesores y ha adoptado un enfoque más contenido para Boris, Filippo II o Mefistofele. En los últimos años manifestó un notorio desgaste vocal, que se hizo evidente desde el estrangulamiento del pasaje y la zona alta hasta un destimbramiento general de toda la gama.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – CALLAS Y 99 CONTEMPORANEOS