17 de mayo

1890 – Estreno en el Teatro Costanzi de Roma de la ópera en un acto «CAVALLERIA RUSTICANA» de Pietro Mascagni (1863-1945), sobre libreto de Guido Targioni-Tozzetti (1863-1934) y Giovanni Menasci (1867-1925), basado en la novela de Giovanni Verga. Intérpretes: Gemma Bellincioni, Roberto Stagno, Gaudenzio Salassa, Annetta Guli, Federica Casali. Dirección: Leopoldo Mugnone.

Fuente:
Bertelé, Antonio [et alt.] – ENCICLOPEDIA DEL ARTE LIRICO

Libreto bilingüe italiano-español:
Website Kareol – http://www.supercable.es/~ealmagro/kareol/obras/cavalleria/cavalleria.htm

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Wener Egk1901 – Nacimiento en Auchsesheim (Baviera, Alemania) del compositor WERNER EGK. Estudió bajo la dirección de Carl Orff. Desde 1936 a 1940 fue director de la orquesta de la Ópera del Estado de Berlín; desde 1950 fue director del Conservatorio de la misma ciudad. Ha escrito las óperas: “Die Zaubergeige” (Francfort, 1935) y “Peer Gynt” (Berlín, 1939); ópera radiofónica “Columbus” (1933, representada más tarde escénicamente); ballet “Joan von Zarissa” (1941); “Abraxas” (1948); “Ein Sommerlag” (1950); cantata “Job der Deutsche” (1933), “Olympische Festmusik” (medalla de oro Juegos Olímpicos 1936), la suite orquestal “Geórgica”, “Cuatro canciones italianas” para tenor y orquesta, Concierto para violín y orquesta, 6 Miniaturas para orquesta de cámara; etc.
WERNER EGK falleció en Inning (Bavaria) el 10 de julio de 1983.

Fuente:
Della Corte, A.; Gatti, G. M. – DICCIONARIO DE LA MÚSICA

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Maz Lorenz1901 – Nacimiento en Düsseldorf (Alemania) del tenor MAX LORENZ. Estudió canto en su ciudad natal; luego se trasladó a Berlín y recibió lecciones de E. Grenzebach, desde 1923 a 1927.
En 1926 ganó un concurso en Berlín, y pudo obtener una audición en Dresde, donde fue contratado por Fritz Busch. Debutó en esa ciudad en el papel de Walter von Vogelweide, en Tannhäuser, y luego interpretó personajes de carácter lírico, como el Des Grieux de Manon Lescaut de Puccini, en estreno para la capital sajona. Inmediatamente lo contrataron en Viena y Berlín.
El 12 de noviembre de 1931 debutó en el Metropolitan, como Walter, en Die Meistersinger von Nürnberg; en aquella temporada y en al de 1933-34 fue también protagonista de Lohengrin, Tannhäuser y Parsifal; Erik, en Die fliegende Höllander; Babinsky, en Schwanda Dudak, de Weinberger, y Herodes, en Salomé. Aunque afirmó su fama de “heldentenor” no logró competir con Lauritz Melchior.
En 1933 debutó en Bayreuth, donde fu e confirmado ininterrumpidamente hasta 1944, en plena guerra. En ese tiempo agregó el papel de Tristán a su repertorio. Siempre en 1933 fue contratado en forma estable en la Opera del Estado de Berlín, donde en 1935 cantó Radamés de Aida.
Debutó en el Covent Garden en 1934 con Die Meistersinger von Nürnberg. Volvió para la temporada de la Coronación de 1937 como Siegfried en Der Ring.
Con la compañía de Bayreuth se presentó en 1939 en la Opera Real de Roma, en Tristán e Isolda, bajo la dirección de Víctor de Sabata. Durante la guerra permaneció en Italia cantando en numerosas funciones en el Teatro Alla Scala. Finalizada la misma actuó en Viena; reapareció con frecuencia en la principal sala milanesa, y reiteró allí el exitoso Tristán de 1939 con el mismo director.
En mayo de 1948 cantó ese famoso papel con María Callas, de Isolda, en el Grattacielo de Génova, bajo la dirección de Tullio Serafín. En 1956 fue Herodes en Salomé (Scala: director Karajan).
MAX LORENZ falleció en Salzburgo (Austria) el 11 de enero de 1975.

Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO

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Zinka Milanov1906 – Nacimiento en Zagreb (Croacia) de la soprano ZINKA MILANOV. Estudió en la Academia de Zagreb y con Milka Ternina, Maria Kostrencic, y Fernando Carpi en Praga; debutó como Leonora en Il Trovatore (Ljubljana, 1927). Cantó roles principales en la Opera de Zagreb (1928-35), y también como cantante invitada en teatros de Europa Central. Luego de cantar el Requiem de Verdi en Salzburgo (1937) dirigida por Toscanini, hizo su debut en el Metropolitan como Leonora (Trovatore, 17 de diciembre de 1937). Participó durante 24 temporadas (1937-66, excepto 1942-42, 1947-50) con la compañía del Met, cantando 298 funciones de 13 roles del repertorio dramático italiano que incluyeron: Aida (52 veces), Gioconda, Amelia (Ballo), Donna Anna, Santuzza, Leonora (Forza y Trovatore), Norma, Maddalena (Chenier), Tosca, Elvira (Ernani), Desdemona, y Amelia (Boccanegra); su despedida tuvo lugar el 13 de abril de 1966 como Maddalena, en la última temporada del viejo Metropolitan. También cantó en la Opera de Chicago (debut, Aida, 1940), San Francisco (debut, Leonora en Forza, 1943); en el Teatro Colón de Buenos Aires (1940-42). Después de la guerra en Europa, cantó en La Scala (debut, Tosca, 1950) y Covent Garden (debut, Tosca, 1956).
ZINKA MILANOV falleció en Nueva York (EE. UU.) el 30 de mayo de 1989.
Las propiedades de una voz importante como la suya, la calidad de su línea de canto, nobilísima por todo concepto y genuinamente verdiana, las ligaduras, la sutileza de matices y en modo especial sus filados, manejados con maestría a cualquier altura del registro vocal, eran ideales para cantar «D’Amor sull’ali rosee», «Pace mio Dio» y «O patria mia». Al caudaloso patrimonio le caracterizaba también una cierta veladura tímbrica y por su forma de articulación una dicción borrosa del italiano. Apreciadísima en los teatros de la Unión -también el el Teatro Colón en los años 40- no causó tan favorable impresión cuando llegó a la Scala como Floria Tosca, un personaje que nunca fue su fuerte y que no era afín a su temperamento y estilo, aunque también se le festejaban su Gioconda, Santuzza y Norma. En la función de clausura del viejo Met, en abril de 1966, dijo su adiós. Prefirió cerrar su larguísima carrera en coincidencia con el abandono de aquella vieja arquitectura.

Fuentes:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Echevarría, Néstor – HISTORIA DE LOS CANTANTES LIRICOS

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Birgit Nilsson1918 – Nacimiento en Vástra Karup (Suecia) de la soprano BIRGIT NILSSON. Su verdadero nombre era Märta Birgit Svennson, es probable que haya elegido su apellido artístico en homenaje a Christine Nilsson (1843-1921), otra sueca que hiciera rutilante carrera en el siglo XIX. Estudió canto con Ragnar Brennow, Ragnar Hulten y Arne Sunnegardh en la Escuela de Opera de Estocolmo. También recibió consejos de Josef Hislop, que en su momento ayudara a Jussi Björling. En un comienzo desconocía el mundo de la ópera y quiso ser cantante de concierto o de iglesia. Sin embargo en 1946 se produjo su debut en la Opera de la capital en sustitución de una colega que interpretaba el rol de Agathe en Der Freischütz. En la temporada suguiente ya asumió el gran compromiso de Lady Macbeth en una versión dirigida por Fritz Busch. El éxito obtenido con el difícil personaje verdiano la llevó inmediatamente a otros no menos importantes como Lisa (Pique Dame), Sieglinde (Walküre), Senta (Fliegende Höllander), Brünnhilde (Siegfried), la Marschallin (Rosenkavalier), Venus (Tannhäuser), Donna Anna (Don Giovanni), Aida y Tosca. En una de sus primeras incursiones en este título pucciniano tuvo a su lado a Beniamino Gigli como Cavaradossi, quien se despedía del papel después de casi cuarenta años de constante frecuentación. Entusiasmado por el rendimiento de la joven cantante, Fritz Busch le dio la oportunidad de obtener un importante triunfo en el extranero con Elettra del Idomeneo mozartiano en el marco del Festival de Glyndebourne (1951). En 1952 cantó Donna Anna en Florencia y al año siguiente, Fidelio en Bad Hersfeld. Durante esos años siguió cantando en Estocolmo, agregando a su repertorio Elsa (Lohengrin). En 1954 se hizo conocer en Viena a través de Sieglinde y llegó a Bayreuth de la mano de Ortlinde (una de las walkirias) y Elsa de Brabante. En 1955 viajó a Buenos Aires y conquistó de inmediato al público del Teatro Colón con un Tristán e Isolde interpretado junto a Gunther Treptow. Al año siguiente volvió para Don Giovanni (con George London, Lisa Della Casa, Emmy Loose y Léopold Simoneau) y Der Rosenkavalier (con Constance Shacklock, Emmy Loose y Lorenzo Alvary). En años posteriores la Nilsson volvió al Colón para dos ciclos integrales del Anillo wagneriano (1962 y 1967), Turandot (con Caballé y Uzunov) y Salomé (1965). El Tristán que cantó en 1971 junto a Jon Vickers es recordado como una de sus mayores creaciones en Buenos Aires, ciudad de la que se despidió con Frau Ohne Schatten straussiana (1979). Volviendo a su juventud y a la Suecia natal digamos que en 1953 hizo Elisabeth (Tannhäuser) y en los dos años siguientes las Brünnhilde (Walküre y Gotterdämerung) y Salomé. Su primer anillo completo fue en Munich (1955) y hasta 1970 regresó frecuentemente a Bayreuth, acaparando a Isolda y frecuentando las distintas Brünnhilde en los años sesenta. Debutó en Estrasburgo en 1955 (Elisabeth); luego cantó en Toulouse. En la Opéra de París fue Isolda (1966), Turandot (1968) y Elektra (1974). También se presentó en Orange. Otras actuaciones importantes de Nilsson en Europa fueron las del Covent Garden, a partir de 1957. El 7 de diciembre de 1958 fue invitada por La Scala para inaugurar la temporada con Turandot junto a Rosanna Carteri y Giuseppe Di Stefano. Volvió años después para repetir este título, esta vez con Franco Corelli y Mirella Freni. En 1963 fue Brünnhilde en el Anillo dirigido por André Cluytens con Hotter, Resnik, Hopf y Synek. El 7 de diciembre de 1964 inauguró otra temporada con Turandot y posteriormente regresó a la sala milanesa con sus títulos favoritos. El debut de Nilsson en Estados Unidos se produjo a través de las compañías de Chicago y San Francisco. En esta última ciudad se presentó en 1956 como Brünnhilde en Walküre (junto a Hotter, Rysanek y Suthaus). Volvió recién en 1964 para Fidelio, junto a Jon Vickers y Geraint Evans. También apareció en Turandot, con Lorengar como Liú y el joven Franco Tagliavini (sin parentesco con Ferruccio) en un Calaf de apreciables dotes vocales. En 1970 regresó a San Francisco para un Tristán coprotagonizado por Wolfgang Windgassen; en 1972 cantó un Anillo donde dividió las Brünnhilde con Berit Lindholm (con Marita Napier, Jess Thomas y Thomas Stewart) Canadá la conoció en 1961 con Turandot junto a Corelli y Stratas. Nilsson llegó al Metropolitan como Isolda el 18 de diciembre de 1959 y permaneció en la compañía hasta 1975 en forma casi ininterrumpida. Sus otros roles de la temporada fueron Brünnhilde (Walküre) y Leonora (Fidelio). En 1960 agregó Elisabeth (Tannhäuser), Turandot con el poderoso Calaf de Franco Corelli, y Aida. En 1961/62 encarnó a las Brünnhilde (Siegfried y Gotterdämerung) y a Tosca. En enero de 1964 dio a conocer su Lady Macbeth verdiana. En febrero de 1965 cantó en Salomé y un año después Venus (Tannhäuser), que interpretó al mismo tiempo que Elisabeth. Sus últimos papeles nuevos para el Met de ese período fueron la protagonista de Elektra y Sieglinde en Walküre. En 1979 y 1982 hizo un bienvenido regreso como Elektra y finalizando sus actuaciones con un último estreno: la esposa del tintorero en Frau Ohne Schatten. Actuó más de doscientas veces en esa compañía, recibiendo el constante apoyo del público. Cantó también en las funciones de gala realizadas con motivo de la despedida de la antigua sala (1966) y de Rudolf Bing (1972). En las conmemoraciones del centenario del Met (1983) interpretó la narración de Isolda además de una canción sueca en homenaje a Christine Nilsson. Su retiro oficial se había producido el año anterior.
BIRGIT NILSSON falleció en Bjärlöv (Skåne, Suecia) el 25 de diciembre de 2005).
Nilsson triunfó en el mundo lírico como sucesora de Kirsten Flagstad, la notable soprano wagneriana que realizó una carrera tardía, sufrió problemas políticos en la posguerra e hizo unas gloriosas (aunque algo apagadas) presentaciones postreras a principios de los cincuenta. Flagstad se había caracterizado por una voz de gran fuste. Prefirió la mesura a la extraversión y dejó el modelo de canto wagneriano sólido y dramático. Nilsson tomaría otro camino acercándose al tipo lírico, intenso, punzante y agudo pero algo más superficial y falto de reposo. Lo que no se le puede negar es su gran empuje, vigor y envidiable poder en la zona aguda (sin dificultades hasta el Re). Sin embargo, cuando quiso afrontar el repertorio italiano (sobre todo Verdi) sus éxitos fueron mucho más módicos. Si exceptuamos su Turandot de innegables quilates, los restantes papeles adolecen de un enfoque adecuado para dar la indispensable cuota de veracidad a Tosca, Aida, Lady Macbeth o Amelia. La técnica de Nilsson era excelente, en la medida en que le permitía asumir los roles más fuertes del repertorio sin que ello le produjera desgaste alguno. Además ha sido una de las cantantes más longevas de nuestros tiempos. No obstante ello (y en un caso similar al de la mezzosoprano Ebe Stignani) tuvo todo el volumen deseado a cambio de un órgano privado de oscuro colorido. Aun poseyendo graves sonoros, éstos (y los centros) carecieron de carnosidad. Otra característica de sus enfoques vocales fue el extraño fraseo que le impedía hacer portamentos expresivos o ascender a una nota aguda manteniendo un legato con las notas precedentes. Todo es directo y centelleante, pero hay serias carencias en el terreno de la fluidez del discurso. Nilsson no poseyó la dulzura que permitía a Flagstad dar tanto colorido a sus frases. Fue su especialidad resaltar la frialdad de personajes como Turandot pero conseguía este efecto a través de enfoques frígidos y no de una técnica interpretativa o una verdadera convicción. Con el pasar de los años mejoró este aspecto y se la vio más sincera. De todas maneras, siempre estuvo inhibida para los grandes desplantes, logrando empero muy buenos resultados en sus encarnaciones de Isolda. En la genealogía de cantantes wagnerianas se la puede colocar en la línea de Lillian Nordica y, por el destaque de la zona aguda, de Maria Jeritza. Flagstad venía de la rama de Johanna Gadski y Frida Leider.

Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – CALLAS Y 99 CONTEMPORANEOS

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Gabriel Bacquier1924 – Nacimiento en Béziers (Francia) del barítono GABRIEL BACQUIER. Realizó sus estudios de canto en el Conservatorio de París y simultáneamente debutó en Niza en la temporada 1949/50 con Le Fou de Landowski. Después fue contratado por la troupe de José Beckmans (1950) y en 1953 pasó al Teatro Real de la Moneda de Bruselas, donde permaneció hasta 1956 cantando todo el repertorio de ópera y opereta, desde Las Campanas de Corneville a Rigoletto. Ese año volvió a París para integrarse a la Opéra-Comique, donde se presentó como Sharpless (Butterfly). En esa compañía tuvo ocasión de participar en el estreno de The Last Savage de Menotti (1963). En 1958 pasó a la Opéra con Germont (Traviata), al que siguieron Rigoletto, Valentin (Faust), Escamillo (Carmen), el protagonista en Boris Godunov, Simon Boccanegra y Scarpia (Tosca), que cantó incluso en 1985. Desde sus comienzos tuvo gran afinidad con los grandes personajes mozartianos. En 1960 fue Don Giovanni en el Festival de Aix-en-Provence que ayudó para proyectarlo hacia el extranjero. A ese centro lírico volvió reiteradamente, con la inclusión de un Falstaff verdiano en 1971. Otras escenas francesas que lo han conocido son Lyon (Leporello, 1973), Marsella (creación mundial de la ópera Andrea del Sarto de Daniel Lesur, 1969) y Burdeos (estreno mundial de L’Escarpolette de Damase, 1982). Bacquier se presentó en Glyndebourne en 1962 con el Almaviva de Mozart. Este mismo personaje le abrió las puertas del Covent Garden en 1964, interpretando después el Riccardo de I Puritani y el Scarpia de Tosca. La primera actuación de este barítono en Estados Unidos fue en Chicago (1962) como el Gran Sacerdote de Samson et Dalila, que fue seguido por el protagonista del Orfeo de Gluck. Con la ópera de Saint-Saëns debutó en el Metropolitan (1964). Allí triunfó en Tosca, Manon (Lescaut), Nozze di Figaro (Almaviva), Otello (Iago), Contes d’Hoffmann (los cuatro villanos), Forza (Melitone), Pelléas et Melisande (Golaud), Don Giovanni (Leporello) y el protagonista de Don Pasquale. Su último papel allí fue el Don Bartolo rossiniano. En 1968 cantó Don Giovanni (protagonista) en Seattle, mientras que San Francisco le escuchó su primer Michele (Il Tabarro, 1971). El Teatro Colón de Buenos Aires (debut, 1965, Germont y Marques de La Force en Dialogues des Carmelites) valoró su artisticidad en varios títulos, pudiéndose mencionar Don Carlo (1967) y Contes d’Hoffman (donde interpretó los cuatro personajes de su cuerda, 1969). Bacquier cantó Falstaff en el Festival de Holanda de 1972. Ha dictado clases en el Escuela de Canto de la Opéra de París, y desde 1983, en el Conservatorio. Barítono dueño de un patrimonio vocal de mediano caudal, Bacquier tenía una noble línea vocal y dramática. Graves redondos y de buena sonoridad y un centro firme eran las zonas de su registro que respondían con mayor eficacia. Demostró Bacquier, además, poseer un bagaje de recursos histriónicos de calidad, aparte una aguda penetración estilística. En sus últimos años, se inclinó por los roles de carácter que resultaban más convenientes a sus facultades vocales que habían recorrido ya un largo camino.

Fuentes:
Patrón Marchand, Miguel – CALLAS Y 99 CONTEMPORANEOS
Valenti Ferro, Enzo – TEATRO COLON, LAS VOCES: 1908-82

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Lilli Lehmann1929 – Fallecimiento en Berlín (Alemania) de la soprano LILLI LEHMANN. Había nacido en Würzburg (Baviera, Alemania) el 24 de  noviembre de 1848. Su padre, August Lehmann, era cantante; su madre, Marie Löwe, había sido soprano solista en Kassel, y además arpista de la orquesta del Teatro Nacional de Praga cuando nació su hija. En su juventud había sido amiga de Wagner. Lilli pasó su infancia estudiando canto y piano y recibiendo lecciones de su madre. El 20 de octubre de 1865 debutó como el Primer Niño en Die Zauberflöte, pero a partir de la segunda función de la ópera debió sustituir a una colega enferma en el papel de Pamina.
En 1868 actuó en Danzig, e inmediatamente en Leipzig; Berlín fue su última meta. Debutó allí el 31 de agosto de 1869 -Opera Real- con Les Huguenots, obteniendo un contrato estable al año siguiente, que se extendió hasta 1885. Su repertorio inicial abarcaba papeles de coloratura, acercándose poco a poco al terreno dramático. Admiradora ferviente de Wagner, participó en el estreno de Der Ring des Nibelungen, en Bayreuth, en 1876, como Woglinde, Helmwige y el Pájaro del Bosque.
El público londinense la conoció el 3 de junio de 1880 en el Her Majesty’s Theatre como Violetta en La Traviata y Philine en Mignon. En 1882 cantó una de las Hijas del Rhin en el estreno local del Anillo wagneriano; en 1884 la recibió el Covent Garden, ofreciéndole los papeles principales de Tannhäuser y Tristan und Isolde.
El 25 de noviembre de 1885 debutó en el Metropolitan como protagonista de Carmen, pasando a ser inmediatamente una favorita del público neoyorquino. Allí cantó hasta 1892 papeles como Brünnhilde (Die Walküre, Siegfried y Götterdämerung), Sulamith y la protagonista de Die Königin von Saba de Goldmark; Berta (Le Prophète); Marguerite (Faust); Irene (Rienzi); Venus y Elisabeth (Tannhäuser); Isolde; Leonora (Fidelio); Rachel (La Juive); Euryanthe; Valentine (Les Huguenots); Sieglinde (Walküre); Donna Anna (Don Giovanni); Amelia (Un ballo in maschera); Aida; Norma; Philine (Mignon); Leonora (Il Trovatore) y Sélika (L’Africaine).
En 1892 el Káiser Guillermo II la invitó a volver a Berlín, donde tuvo un éxito resonante en Norma y Rigoletto. En 1896 volvió a Bayreuth como Brünnhilde, con la desaprobación de Cósima Wagner, que pensaba que Lehmann tenía un voz demasiado liviana para esos papeles. En 1897 integró la compañía de Damrosch en una gira por los Estados Unidos. En 1899 tuvo su última aparición en el Met como Fricka (Das Rheingold). Este último año hizo una triunfal «rentrée» en el Covent Garden con Norma y Fidelio. Después de 1901 hizo fructíferos esfuerzos para crear un festival anual en Salzburgo, del que fue directora artística. En 1909 cantó una espectacular Isolde en Viena, continuando sus presentaciones como recitalistas hasta 1920, en un insólito ejemplo de longevidad vocal.
Siempre se dedicó a la enseñanza, aun durante su actividad. Tuvo alumnas de la talla de la Farrar y la Fremstad, con las que fue rígida y tiránica.
Su repertorio comprendió ciento setenta papeles en ciento diecinueve óperas, tanto alemanas como francesas e italianas.
Fue una de las pocas cantantes -con Giuditta Pasta, Rosa Ponselle y Maria Callas- que supieron encarnar perfectamente a Norma. La abordó con la voz, técnica y estilo adecuados, dándole vida como actriz en el escenario.
Dotada de un timbre luminoso, con concienzudo estudio se dedicó en un principio a los papeles de coloratura más livianos. Cuidó en extremo el fraseo, y cada ataque o portamento tenía su razón de ser. Los pasajes de agilidad surgían siempre con limpieza. La zona más grave del registro era la menos sonora.
Sus discos tienen sólo un valor histórico. A pesar de su edad, cercana a los sesenta, pudo dejar un considerable testimonio fonográfico, donde aquí y allá surge la grandeza de la artista. De todas maneras, el cenit de su carrera queda oculto por la falta de grabaciones.
Poseyó, además, una excelente figura que supo utilizar con maestría al encarnar los distintos personajes de su vasto repertorio.

Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO

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Paul Dukas1935 – Fallecimiento en París (Francia) del compositor impresionista y crítico musical PAUL DUKAS.  Había nacido en dicha ciudad el 1 de octubre de 1865. Se vió influenciado por las corrientes posteriores al romanticismo, como el modernismo. Fue un creador meticuloso y perfeccionista. De orígenes humildes, poco se conoce acerca de su vida allende los muros del Conservatorio, donde estudió y enseñó, aunque comenzó su carrera creativa en el Liceo Carlomagno y en Turgot. En 1888 consiguió el primer segundo Premio de Roma por su Cantata Velléda, pero le negaron el primer Gran Premio al año siguiente. Ingresó en el ejército después de sus estudios y antes de abocarse a la composición. Allí dedicó el tiempo a estudiar y meditar. En los comienzos, su obra se percibe influida por el estilo de Franck y de Wagner. Luego mostrará también la influencia de Debussy, sobre todo en su única ópera Ariana y Barba Azul. Entre sus alumnos, que fueron numerosos, se encuentran nombres reconocidos como el de Olivier Messiaen. Poseedor de un espíritu crítico que lo acompañó aún en lo profesional, sólo permitió la publicación e interpretación de algunas de sus obras, llegando a destruir la mayoría de ellas antes de morir.

Fuente:
http://www.hagaselamusica.com/

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Maria Oszewska1969 – Fallecimiento en Klagenfurt (Austria) de la mezzosoprano MARIA OLCZEWSKA. Había nacido en Ludwigsschwaige bei Donauwörth (cerca de Ausgsburgo, Alemania) el 12 de agosto de 1892. Estudió con Karl Erler, Munich; su debut operístico fue como uno de los Pajes en Tannhäuser (Krefeld, 1917). Cantó en Leipzig, Hamburgo (donde creó el rol de Brigitte en Die Tote Stadt), y en Viena (desde 1920); actuaciones regulares en el Covent Garden (1924-33) y en Chicago (1928-32). Debutó en el Metropolitan como Brangäne, 16 de enero de 1933; en tres temporadas cantó los demás roles wagnerianos de mezzosoprano, además de Klytämnestra, Amneris, Azucena y Octavian. Se presentó en el Teatro Colón de Buenos Aires en las temporadas 1923 y 1928.
Dice Valenti Ferro: “Olczewska poseía una voz plena, insinuante y de bello color. Su expresión, intensa, cálida y controlada por una sana musicalidad, era por igual convincente en personajes de carácter tan opuesto como pueden serlo Octavian, Klytämnestra, Herodias, Brangäne, Ortrud y Gutrune, porque para cada uno de ellos encontraba los acentos más apropiados. Era también Olczewska una actriz sobresaliente y de una gran personalidad. Por mucho tiempo constituyó con Lotte Lehmann y Elisabeth Schumann, el insubstituible trío femenino de Der Rosenkavalier.”

Fuentes:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Valenti Ferro, Enzo – LAS VOCES – TEATRO COLON: 1908-82

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Ester Mazzoleni1982 – Fallecimiento en Palermo (Italia) de la soprano ESTER MAZZOLENI. Había nacido en Sebenico (Italia) el 12 de marzo de 1883. Era hija del tenor Francesco Mazzoleni, y debutó en el Costanzi de Roma en febrero de 1906, como Leonora en Il Trovatore, y luego actuó en La Juive y en Das Rheingold (en versiones italianas). Después se presentó en el Petruzzelli de Bari, con Aida y Un ballo in maschera, y en el Regio de Parma. El 8 de enero de 1908 triunfó en La Scala con Cristoforo Colombo de Franchetti; sufrió un revés en marzo del mismo año con La forza del destino, donde fueron criticados también sus compañeros de elenco y el director Toscanini.
En el Massimo de Palermo interpretó La Gioconda, y volvió a La Scala con La Vestale; obtuvo allí un rotundo espaldarazo. Esa ópera la volvería a cantar brillantemente en la Opera de París, en 1909, en el Teatro Colón al año siguiente, y en el Comunale de Trieste en 1922. Siempre en La Scala encarnó heroínas como Elena en I vespri siciliani, Medea (en 1909, en ocasión del estreno italiano de esa ópera), y Selika en L’Africaine. En en Comunale de Bolonia cantó su primera Norma.
Su carrera continuó en constante ascenso; se presentó en las principales salas italianas, e incorporó títulos como Don Carlo, I Lombardi, Les Huguenots. En agosto de 1913 fue protagonista de Aida en el espectáculo inaugural de la Arena de Verona como centro lírico. Otra vez en La Scala cantó la parte de Amazilia en Fernando Cortés de Spontini, y la protagonista de Lucrezia Borgia, ópera que repitió con éxito en Madrid, en el Colón de Buenos Aires y en otros importantes teatros. También fue Violetta en La Traviata. Se retiró de la escena en 1926. Posteriormente se dedicó a la enseñanza en Palermo.
Ester Mazzoleni fue, con sus colegas italianas Celestina Boninsegna, Eugenia Burzio y Giannina Russ, una magnífica exponente de soprano dramática capaz de afrontar partes de coloratura. No se dejó atraer por las grandes salas de América del Norte, y permaneció como diva absoluta en La Scala de Milán.  Manejaba su voz límpida y brillante con una técnica sólida; podía pasar sin dificultad de Lucrezia a Mimì, de Medea a Violetta, de Norma a Gioconda e Isolda.

Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO