6 de julio

Dorothy Kirsten1910 – Nacimiento en Montclair (New Jersey, EE. UU.) de la soprano DOROTHY KIRSTEN. Tuvo en su familia antecedentes musicales. Después de graduarse trabajó como operadora telefónica en su estado natal. Su primer profesor de canto fue Louis Dornay en Nueva York. Luego continuó su preparación con Betsy Dornay-Culp, Ludwig Fabri, José Ruben, Ruth Moltke y Antonietta Stabile. Sus actividades artísticas comenzaron en Broadway. En 1938 Grace Moore se interesó en ella y el año siguiente fue becada a Italia. Allí se entrenó con Astolfo Pescia, uno de los pianistas de Beniamino Gigli. En 1940 dio un concierto en la Feria Mundial de Nueva York al que siguió el debut escénico en Chicago con la Poussette de Manon. En 1941 fue Musetta para la Mimí de Moore. Su primera presentación operística neoyorquina tuvo lugar en la San Carlo Opera Company y entre 1942 y 1943 dio varios conciertos. Entre 1944 y 1946 cantó Faust, La Traviata y Manon Lescaut. Después siguieron actuaciones en Nueva Orleáns, Cincinnati, La Habana, Montréal y Ottawa. Entre las operetas que abordó en ese tiempo estuvieron «El gran vals», «La nueva luna» y «La condesa Maritza».
Kirsten debutó en el Metropolitan el 12 de diciembre de 1945 como Mimí, acercándose poco después a Violetta y Julieta. En 1946 la lista creció con Micaela en Carmen, Margherite en Faust y Cio-Cio-San en Butterfly, y en 1947, año comenzado con la trágica muerte de Grace Moore, encarnó un célebre papel de su antecesora: Louise. El propio Charpentier la preparó en esta experiencia. En 1948 fue Nedda en Pagliacci (una aislada función en la gira a Dallas) y Fiora en L’amore dei tre re. En 1949 llegó la protagonista de Manon Lescaut, en 1952 la de Tosca y en 1955 la de Manon. En 1961 fue Minnie en La fanciulla del West y en 1962, Rosalinde en Die Fledermaus. Fue la primera soprano protagónica que cumplió treinta años en al compañía. Se despidió de la escena el 24 de diciembre de 1975 con Tosca. En 1977 levantó provisoriamente su retiro para una Mimí en el Central Park. Kirsten se presentó durante diecinueve temporadas de la Opera de San Francisco. Los títulos fueron los siguientes: Louise (1947 y 1955), L’amore dei tre re (1947, 1952, 1959 y 1966), Madama Butterfly (1948, 1951, 1956, 1959, 1966 y una matinée de 1968), Manon Lescaut (1950, 1956 y 1967), La Traviata (1953), Manon (1954), Troilus and Cressida (1955), Diálogos de Carmelitas (Blanche, 1957), La Fanciulla del West (1960), La Bohème (1962 y 1969) y La Dama de Pique (Lisa, 1963).
DOROTHY KIRSTEN falleció el 18 de noviembre de 1992.
Soprano lírica norteamericana de voz considerablemente voluminosa, cuyo timbre exhibió gran calidad. Dotada de buenas condiciones teatrales y de una presencia física elegante y distinguida, hizo verosímiles las encarnaciones de papeles como Mimí, Violetta, Julieta, Margarita, Manon y Minnie. En sus incursiones cinematográficas también tuvo éxito. El canto de Kirsten mostraba una línea aristocrática, aun en los momentos de extraversión interpretativa. Fue inspirada y ayudada por Grace Moore y sus respectivos repertorios tuvieron muchos puntos en común.

Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – CALLAS Y 99 CONTEMPORANEOS

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Ernst Haefliger1919 – Nacimiento en Davos (Suiza) del tenor ERNST HAEFLIGER. Estudió canto y violín en Zúrich y perfeccionó su técnica con el tenor Julius Patzak en Viena. Debutó en 1942 en Ginebra, donde había sido alumno de Fernando Capri. De 1943 a 1952 formó parte de la Ópera de Zúrich y después (y hasta 1974) de la Ópera de Berlín. Actuó regularmente en los mejores teatros de Europa, Estados Unidos y Japón y ha intervenido en numerosas grabaciones discográficas.
Reputado intérprete de lied, ópera y oratorio, se le recuerda especialmente por sus versiones de las cantatas y pasiones de Johann Sebastian Bach, sobre todo por la Pasión según san Mateo, donde cantaba con excelencia al Evangelista. Participó en grabaciones de las obras bachiana bajo la batuta de grandes directores como Eugen Jochum, Karl Richter o Lorin Maazel, entre otros. También destacó en la interpretación de las obras sacras de Mozart (sus Misas y el Réquiem). Gran intérprete de lied, grabó tardíamente su versión del Viaje de invierno de Franz Schubert.
En el campo operístico, destaca su colaboración con el gran director Ferenc Fricsay, con el que realizó varias grabaciones (Haefliger formaba parte de su «equipo» de cantantes favoritos, entre los que se contaban Maria Stader, Hertha Töpper y Dietrich Fischer-Dieskau). Destacan especialmente las grabaciones mozartianas de La flauta mágica y Don Giovanni.
Haefliger es un tenor lírico, no dramático. Su voz se caracteriza por su gran claridad y belleza, pero no por potencia (en esto se asemeja a Maria Stader, cantante con la que cantó a menudo bajo la batuta de Fricsay). Sus interpretaciones operísticas más celebradas son los papeles de Don Ottavio (en el Don Giovanni de Mozart) y Florestan (de Fidelio de Beethoven), donde convence más por su elegancia que por el vigor con el que afrontan el papel otros cantantes (como, por ejemplo, Jon Vickers).
ERNST HAEFLIGER falleció en Davos el 17 de marzo de 2007.

Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre

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Peter Glossop1928 – Nacimiento en Sheffield (South Yorkshire, Inglaterra) del barítono PETER GLOSSOP. Debutó en 1949 con la Sheffield Operatic Society en el doble rol de Coppélius y Dr. Miracle en “Les contes d’Hoffmann”. Estudió con Joseph Hislop y Eva Rich y fue finalista en el Great Caruso Contest de 1952. Se unió al coro de la Sadler’s Wells Opera ese mismo año y continuó sus estudios con Leonard Mosley.  Pronto pasó a cantar pequeñas partes operísticas en dicha compañía, su primer rol profesional fue como Morales en “Carmen” en 1953. A este rol siguieron Schaunard en “La bohème” y Silvio en “Pagliacci”. En 1955 Glossop fue nombrado miembro del elenco estable.  Durante los próximos cinco años cantó los principales roles de barítono de Verdi, siendo especialmente conocido por el rol titular de “Rigoletto” y por el Conte di Luna en “Il Trovatore”.
En 1961 Glossop ganó la medalla de oro en la International Operatic Competition de Sofía (Bulgaria) y fue contratado por el Covent Garden de Londres. Su debut en dicho teatro fue como Demetrius en “A Midsummer Night’s Dream” de Britten. Roles posteriores para el Covent Garden incluyeron Rodrigo en “Don Carlo”, Michele en “Il tabarro”, Tonio en “Pagliacci”, Marcello en “La bohème” y los roles titulares en “Don Giovanni”, “Simon Boccanegra” y “Rigletto”.  En 1964 Glossop ganó la medalla de oro en el Concurso Verdi en Parma y también aquel mismo año cantó en “Pagliacci” en el Festival de Salzburgo bajo la dirección de Herbert von Karajan. Al año siguiente Glossop cantó la parte de Donner en la producción del Covent Garden del ciclo “Der Ring des Nibelungen” bajo la dirección de Georg Solti y en el mismo año hizo su debut en La Scala como “Rigoletto” siendo el primer barítono británico en cantar en dicho teatro. En 1966 debutó en París y en San Francisco en el rol de Posa en “Don Carlo”.
Glossop actuó nuevamente bajo la dirección de von Karajan en el Festival de Salzburgo en 1970, esta vez en el rol de Iago en “Otello”. El debut de Glossop en el Metropolitan Opera de Nueva York, fue en 1971 como Scarpia en “Tosca”. Roles posteriores para el Metropolitan incluyeron Don Carlo en “La forza del destino”, Mr Redburn en “Billy Budd” y Balstrode en “Peter Grimes” de Britten, y el rol titular en  “Falstaff” de Verdi y “Wozzeck” de Berg.  Su carrera continuó hasta mediados de 1980 con actuaciones en Londres y en los principales teatros líricos de Europa y América. Otros roles de su repertorio incluyeron Don Carlo en “Ernani”, Mandryka en “Arabella” de Strauss, Pizarro en “Fidelio” de Beethoven y los roles titulares de “Der Fliegende Höllander” y “Macbeth”.
Glossop realizó algunas grabaciones las cuales incluyeron “Macbeth” con  Rita Hunter en la década de 1960, “Billy Budd” bajo la dirección del autor, y la parte de Choroebus en “Les Troyens” de Berlioz dirigido por Colin Davis. La representación de 1964 “Pagliacci” en el Festival de Salzburgo fue filmada, como también la representación de 1970 de “Otello”.
PETER GLOSSOP falleció el 7 de septiembre de 2008.

Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre

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Gabriella Besanzoni1962 – Fallecimiento en Roma (Italia) de  la mezzosoprano GABRIELLA BESANZONI.  Había nacido en dicha ciudad el 20 de noviembre de 1890. Estudió con Alessandro Maggi e Hilda Brizzi. Originariamente soprano ligera, cambió luego la voz, y se convirtió en contralto. Debutó en Viterbo en 1913, en el papel de Adalgisa (Norma). Pasó enseguida al Costanzi de Roma y a los principales teatros italianos, incluida La Scala, donde cantó papeles titulares de Orfeo ed Euridice y Carmen, bajo la dirección de Toscanini.
Triunfó en Sudamérica, donde entre 1915 y 1940 cantó repetidamente La Favorita, Samson et Dalila, La Gioconda, Il Trovatore, Lohengrin y Aida (Teatro Colón: 1918, 1922, 1924, 1928, 1930 y 1935). Se presentó en el Metropolitan, en la temporada 1919-20.
Esta cantante fue una de las divas más célebres que llegaron a las costas de Sudamérica a mediados de la década del 10 y durante los años 20. Dotada de un gran magnetismo, de una esbelta y hermosa figura, y sobre todo de una auténtica voz de contralto, descolló de manera sin igual, dejando un recuerdo que aún hoy día atesoran los amantes de la lírica de aquella época. Su interpretación de Adalgisa, junto a Rosa Raisa, es uno de los recuerdos más espectaculares que poseen aún ciertos rioplatenses.
Si tenemos en cuenta lo que dicen sus biógrafos, vemos que la importancia de la BESANZONI no sólo estuvo radicada en la interpretación de los papeles convencionales, sino que participó en forma muy especial en eso que nos permitimos denominar «la aristocracia del arte lírico», al ser una cantante de coloratura. Perfecta intérprete de L’Italiana in Algeri y La Cenerentola demostró, además del gran temperamento, ser dominadora de su órgano vocal.
La voz de la BESANZONI mostraba un mosaico de colores que en algunas ocasiones fue criticado. Ello se debía a sus orígenes de soprano y a la orientación que le dieron sus primeros maestros. El volumen era apreciable y los graves poderosos. Es interesante saber que la BESANZONI grabó solamente siete discos. Seis de ellos circularon en sus tiempos, y el restante -el aria de Le Prophète- no fue publicado entonces. También legó su famosa Carmen.
Entre sus grabaciones sobresale en forma muy especial el Stride la vampa de Il Trovatore, donde la cantante interpreta los trinos solicitados por el autor.
Como varios de sus colegas más famosos se negaba a cantar en un idioma que no fuera el suyo, y mantuvo esa norma durante toda su carrera, cantando Carmen y Samson en italiano.
Hacia el final de su período de triunfos, Caruso se trasladó a La Habana para participar en una temporada donde estaba incluida la ópera de Saint-Saëns. Sus anteriores Dalilas, en el Metropolitan, habían sido las imponentes y poco seductoras Margarete Matzenauer y Louise Homer. Al llegar a Cuba el tenor iba a tener a su coprotagonista ideal en BESANZONI: ahora se unían de manera ideal la voz privilegiada y el perfecto físico, y así quedó estampado en una hermosa foto tomada entre bambalinas y que podemos apreciar en el libro de Francis Robinson relacionado con el tenor napolitano. Pero por un azar del destino ambos cantantes iban a estar separados por la barrera del idioma, ya que Caruso cantó en francés y BESANZONI en italiano.
El proceso acústico de grabación en que la artista hizo sus únicos discos tenía el defecto de alivianar las voces, especialmente las femeninas. BESANZONI debió tener un color verdaderamente oscuro, ya que el timbre se muestra como el de una verdadera contralto. Dichas arias, realizadas en breve tiempo y un tanto a la ligera -están casi todas muy cortadas- poseen un gran valor de colección.
Fue una voz cuyo grave surgía fácilmente y no se notaba el escalón clásico que por lo general se percibe al pasar de la voz de cabeza a la de pecho. Por otra parte, notamos en toda la extensión del registro una vibración particular que no llega empero a ser lo que vulgarmente se llama una voz «caprina». Este hecho no llega a molestar, pero en algunos casos se hace ostensiblemente presente.
Para el público de su tiempo, BESANZONI era el sinónimo de Carmen, ya que poseía todas las cualidades indispensables para un perfecto desempeño del papel; el físico, la voz y ese magnetismo especial que la hacía llegar a la audiencia. Casada con un millonario, le gustaba presentarse en el último acto de la ópera de Bizet con alhajas de gran valor, seguramente inadecuadas para el carácter de la gitana, pero que ciertamente contribuían a dar una imagen reluciente, que, sumada a la espectacularidad del canto, producía un efecto sin igual.

Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO

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Otto Klemperer1973 – Fallecimiento en Zurich (Suiza) del director de orquesta OTTO KLEMPERER.  Había nacido en (Breslau, llamada actualmente Wrocław, Polonia) el 14 de mayo de 1885. Fue discípulo de Gustav Mahler en Viena y tomó lecciones de composición de Arnold Schönberg en Berlín y, durante la Segunda Guerra Mundial, en los Estados Unidos. Era primo del escritor y filólogo Victor Klemperer.
Gran intérprete de las obras de su maestro Schönberg y de otros compositores de su época como Paul Hindemith, Kurt Weill, Franz Schreker o Ernst Krenek, tuvo que huir de alemania por el acoso del régimen nazi que le reprochaba su origen judío, aunque estuviera bautizado.
Tras la guerra, el mundo musical alemán era remiso a concederle la dirección de sus grandes orquestas, por lo que continuó su carrera como director en Budapest y después en Londres, donde Walter Legge le ofreció un contrato discográfico con EMI. A finales de los años 50 llegó a convertirse en el director más prestigioso y respetado del mundo, sobre todo tras la muerte de sus contemporáneos Furtwängler, Toscanini, Erich Kleiber, Mengelberg y Walter. En esta época Walter Legge hace que el nombre de Klemperer sea mundialmente conocido gracias a sus grabaciones discográficas con la Orquesta Philharmonia de Londres, de la que era director principal. A finales de los años 60, una serie de conciertos triunfales en Viena y Múnich señala su reconciliación aparente entre el mundo cultural germánico, del que siempre fue un gran defensor.
Marcado por la experiencia amarga del exilio, Otto Klemperer abandona tras 1945 el repertorio moderno (a excepción de la música de Gustav Mahler) y se consagra al gran repertorio austrogermánico del Clasicismo y Romanticismo. Es difícil encontrar en su discografía oficial interpretaciones de obras escritas después de 1918. Los tempi de sus versiones muestran a veces una lentitud sorprendente, que quizá puedan sorprender si se piensa que en su juventud Klemperer había sido un director fogoso y amante de la vanguardia. Esta evolución de estilo y de repertorio es similar a la que más tarde tendrán Sergiu Celibidache o Günter Wand.
Klemperer grabó para EMI y para Hungaroton interpretaciones de una extraordinaria intensidad y poder: Beethoven, Bruckner, Bach, Mahler, Mozart, Haydn, Brahms y Wagner son algunos de sus compositores favoritos. Está considerado unánimemente como uno de los mejores directores de la historia.
Era conocido por su fuerte carácter y también por su humor ácido. Pese a haber sufrido varios infartos, continuó dirigiendo hasta una edad muy avanzada, con la mitad del rostro paralizado.
Escribió sinfonías de inspiración malheriana, ninguna de las cuales forma parte hoy en día del repertorio habitual de las orquestas. Klemperer grabó su propia Sinfonía nº 2 junto con la Sinfonía nº 7 de Mahler.

Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre