30 de mayo
|1866 – Estreno en el Teatro Provisional de Praga de la ópera cómica en tres actos «PRODANÁ NEVESTA» (La novia vendida) de Bedrich Smetana (1824-1884), sobre libreto de Karel Sabina (1813-1877). Intérpretes: von Ehrenburg, Palecek, Kysela, Hynek. Dirección: Bedrich Smetana.
Una de las pocas comedias musicales perfectas. Su música es magnífica, utiliza brillantemente el folklore y rebosa de ocurrencias propias; está tan lograda en el aspecto cómico como en el sensible, en el grotesco como en el serio, en los solos como en los conjuntos, en las partes cantadas como en las danzas. La sencillez de las melodías coincide perfectamente con el texto y el argumento, y sin embargo, ¡qué arte hay en esta sencillez! El papel de Kezal es una creación magnífica; la especialidad del bajo cómico encuentra en esta ópera una de sus figuras más jugosas (junto con Osmín, Leporello, van Bett, Baculus, el barbero de Bagdad, Falstaff y Ochs von Lerchenau). Esta ópera se ha difundido muchísimo en idioma alemán.
Fuentes:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Pahlen, Kurt – DICCIONARIO DE OPERA
Libreto bilingüe checo-español:
Website Kareol – http://www.geocities.com/ubeda2004/vendida/vendida.htm
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1920 – Nacimiento en Montréal (Canadá) del bajo-barítono GEORGE LONDON. Su verdadero apellido era Burnstein. Sus padres, de origen ruso, se habían nacionalizado estadounidenses antes de ir a Canadá. Estudió en Los Angeles con Richard Lert e hizo su debut como el Doctor Grenvil (Traviata) en el Hollywood Bowl bajo el nombre de George Burnson. Se trasladó luego a Nueva York para estudiar con Enrico Rosati y Paola Novikova y adoptó el apellido London. En 1943 cantó Monterone (Rigoletto) en la Opera de San Francisco (todavía con el apellido Burnson) en compañía del protagonista de Petroff, el duque de Peerce y la Gilda de Lily Pons. Cuatro años después integró el trío «Bel canto» con Frances Yeend y Mario Lanza, que realizó giras por varios estados norteamericanos. En 1949, London se trasladó a Europa con dinero prestado y luego de una audición en Bruselas fue contratado por la Opera del Estado de Viena donde debutó como Amonasro (Aida). Luego siguieron éxitos como Escamillo (Carmen), los villanos de Contes d’Hoffmann (en alemán), Mefistofele (en italiano) y los protagonistas de Boris Godunov y Eugen Onieguin (ambos en ruso). También fue aplaudido en Don Giovanni. Su carrera se amplió a otros horizontes y en 1950 fue Almaviva (Nozze di Figaro) en el festival de Glyndebourne. En 1952 encarnó a Amfortas (Parsifal) en Bayreuth y en septiembre de 1954 mostró su Don Giovanni en el Royal Festival Hall de Londres en ocasión de una presentación del elenco de la Opera de Viena. En Bayreuth cantó hasta 1964. London debutó en el Metropolitan el 13 de noviembre de 1951 como Amonasro (Aida). En la temporada 1952/53 tuvo una actividad relevante al asumir los papeles protagónicos de Don Giovanni y Boris Godunov, además de Escamillo, Amfortas y Scarpia (Tosca). En años sucesivos cantó este último papel para las Florias de Callas, Milanov, Tebaldi y Steber. En 1953/54 agregó a Almaviva (Nozze di Figaro), Mefistófeles (Faust) y Mandryka (Arabella). En 1956 cantó el Orador (Zauberflöte) y los cuatro villanos de Contes d’Hoffmann. En 1957 fue el protagonista de Eugen Onieguin y en 1959, Golaud en Pélleas et Mélisande. En la temporada 1961/62 se conoció su Wotan (Das Rheingold) y el Wanderer (Siegfried). En enero de 1964 intervino en The last savage de Menotti, al lado de Stratas, Gedda y Flagello. En 1965 encarnó al Wotan (Walküre). Entre 1951 y 1966 cantó trescientas tres funciones para esa compañía. Otra plaza de triunfos fue Toronto, donde se le recuerda especialmente por su Don Giovanni. La primera presentación de London en Salzburgo tuvo lugar en 1952 con Almaviva (Nozze di Figaro). En La Scala actuó únicamente en ese mismo año: Don Pizarro (Fidelio), con Mödl, Windgassen, Della Casa y Edelmann, bajo la dirección de Karajan. En 1960 fue el primer norteamericano en cantar en el Teatro Bolshoi de Moscú, protagonizando a Boris Godunov en lengua rusa. En esa ciudad grabó la ópera en 1963. En 1962 debutó como Don Giovanni en la Opéra de París y entre 1962 y 1964 encarnó a Wotan en el ciclo integral Der Ring montado por Wieland Wagner en Colonia. El público argentino lo conoció en 1956 en Don Giovanni y obtuvo muchos aplausos con su apuesto y sonoro protagonista. En el elenco estaban Lisa Della Casa, Birgit Nilsson, Emmy Loose y Léopold Simoneau. Con parecido reparto intervino en Le Nozze di Figaro. GEORGE LONDON falleció en Armonk, Nueva York, el 24 de marzo de 1985. Este bajo-barítono norteamericano ocupó un lugar de privilegio en el horizonte lírico mundial hasta que en 1967 debió abandonar sus actividades a causa de una parálisis parcial de las cuerdas vocales. Se dedicó a la régie y entre 1975 y 1980 fue director de la Opera Society de Washington. En este último año se enfermó del corazón y debió abandonar todo trabajo que pusiera en peligro su deteriorada salud. George London poseyó gran apostura física y entregó lo mejor de sí en los escenarios, logrando fuertes caracterizaciones. Se concetraba mucho en su labor y tenía predilección por los roles eslavos. También fueron conocidas sus dotes para crear situaciones amenazantes o misteriosas. Si bien fue un triunfador en el campo del disco, esos efectos se perdían al faltar el factor visual. No se lo vio tan espontáneo en los acercamientos al Mozart del Almaviva de Le Nozze di Figaro o en el italianismo pucciniano del Scarpia de Tosca. En estas incursiones se notó cierta inadecuación vocal e idiomática, a pesar de que en ambos campos tenía la suficiente preparación y entregaba su intensidad interpretativa. En Wagner, London dejó un recuerdo duradero en las partes de Wotan, Amfortas y el Holandés. Su voz (metálica, dura y poco flexible) se adecuaba especialmente al Wotan de Das Rheingold y del segundo acto de Die Walküre. Cuando había que matizar o producir sonidos mórbidos surgían las dificultades y se empañaban muchos fragmentos de esta última ópera. En Amfortas y el Holandés, en cambio, encontraba una expresión incisiva debido a la voz poderosa y acerada, el misterio del canto y a la forma de enunciar los textos. Otro punto de notable importancia en la carrera de London fue su aproximación al papel titular de Boris Godunov, que presentó en la Unión Soviética con singular éxito, luego de un estudio profundo de la lengua rusa. Este acontecimiento le abrió una nueva vía vocal y expresiva a través de otros personajes de esa literatura musical y de la italiana (como Filippo II, Silva y el Padre Guardiano). Pero los problemas de salud impidieron ese afianzamiento y la evolución canora que se entreveía.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – CALLAS Y 99 CONTEMPORANEOS
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1927 – Estreno en el Théâtre Sarah Bernhardt de París de la ópera oratorio en dos actos «OEDIPUS REX» de Igor Stravinsky (1882-1971); con libreto de Jean Cocteau (1889-1963) basado en la tragedia de Sófocles, trasladado al latín por Jean Daniélou (1908-1974). Intérpretes: Sadoven, Balina-Skupyevsky, Lanskoy, Zaporozhetz, Brasseur. Dirección: Igor Stravinsky.
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Libreto bilingüe latín-español:
Website Kareol – http://www.geocities.com/Vienna/Choir/7652/edipo/edipo.htm
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1938 – Fallecimiento en La Coruña (España) del tenor MIGUEL FLETA. Había nacido en Albacete de Cinca (España) el 28 de diciembre de 1893. De origen humilde, demostró desde niño poseer excepcionales cualidades vocales. Estudió en el Conservatorio de Barcelona, perfeccionándose luego con Luisa Pierrich, en Italia. El 14 de diciembre de 1919 debutó en el Comunale de Trieste, con Francesca da Rimini de Zandonai; cantó inmediatamente Aida.
En 1921 tuvo sus primeras contrataciones importantes: Carmen, en el Comunale de Bolonia; Aida, en Montecarlo, y esta misma ópera, Carmen y el estreno mundial de Giulietta e Romeo, de Zandonai, en el Costanzi de Roma; Rigoletto y Carmen en La Fenice de Venecia.
En 1922 hizo su primera gira a Sudamérica; debutó en el Colón con Carmen, a la que siguieron Cavalleria rusticana, Francesca da Rimini, Giulietta e Romeo y Tosca. Volvió en 1923 para Rigoletto y Tosca; en 1924, y finalmente en 1927 cantó Lohengrin en mal estado vocal, con escaso éxito. En Chile estuvo en 1924.
En 1922 había debutado en el Real de Madrid con Tosca, y recogió un éxito sensacional que lo haría volver a menudo a ese teatro, hasta 1928.
El 28 de noviembre de 1923, hizo su primera presentación en el Metropolitan como Cavaradossi (Tosca), luego Il Duca di Mantova (Rigoletto); el protagonista de L’ amico Fritz; Radamés (Aida); Canio (Pagliacci); Don José (Carmen); Rodolfo (La Bohème) y el protagonista de Andrea Chénier y Les Contes d’ Hoffmann.
Cantó alrededor de cuarenta veces en la sala neoyorquina, pero la competencia de Gigli y Martinelli se hizo sentir tan fuertemente que abandonó la compañía.
En 1923-24 actuó en La Scala, y en 1926 tuvo oportunidad de participar en el estreno mundial de Turandot, en ese teatro. Poco tiempo después comenzaron sus problemas vocales, manifestados en oscilaciones de la voz y pérdida de homogeneidad en el timbre.
Se retiró de la escena alrededor de 1935. Tomó parte en la Guerra Civil española, a favor de los nacionalistas.
Fue uno de los cantantes más populares de su tiempo, ya que a las particularísimas características de su voz unía una personalidad escénica de gran magnetismo.
La voz de Miguel Fleta, demasiado gutural por momentos, se extendía con facilidad al agudo. Toscanini lo distinguió por su ductilidad musical, y le confió varias óperas entre las que se contó el estreno de Turandot que, personalmente, pensamos que no era una ópera para él, como tampoco para Gigli, que era al parecer la primera opción de Puccini. Este último nunca incorporó la ópera a su repertorio. Zandonai consideró a Fleta como ideal intérprete de sus obras.
Con el tiempo comenzó a extenderse con las notas filadas, y las mantenía hasta el último fiato. Posteriormente aparecieron las grandes oscilaciones antes aludidas, que arruinaron los momentos culminantes de las arias.
Todos sus discos fueron muy populares y difundidos. Su Ay, Ay, Ay batió marcas de venta.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1989 – Fallecimiento en Nueva York (EE. UU.) de la soprano ZINKA MILANOV. Había nacido en Zagreb (Croacia) el 17 de mayo de 1906. Estudió en la Academia de Zagreb y con Milka Ternina, Maria Kostrencic, y Fernando Carpi en Praga; debutó como Leonora en Il Trovatore (Ljubljana, 1927). Cantó roles principales en la Opera de Zagreb (1928-35), y también como cantante invitada en teatros de Europa Central. Luego de cantar el Requiem de Verdi en Salzburgo (1937) dirigida por Toscanini, hizo su debut en el Metropolitan como Leonora (Trovatore, 17 de diciembre de 1937). Participó durante 24 temporadas (1937-66, excepto 1942-42, 1947-50) con la compañía del Met, cantando 298 funciones de 13 roles del repertorio dramático italiano que incluyeron: Aida (52 veces), Gioconda, Amelia (Ballo), Donna Anna, Santuzza, Leonora (Forza y Trovatore), Norma, Maddalena (Chenier), Tosca, Elvira (Ernani), Desdemona, y Amelia (Boccanegra); su despedida tuvo lugar el 13 de abril de 1966 como Maddalena, en la última temporada del viejo Metropolitan. También cantó en la Opera de Chicago (debut, Aida, 1940), San Francisco (debut, Leonora en Forza, 1943); en el Teatro Colón de Buenos Aires (1940-42). Después de la guerra en Europa, cantó en La Scala (debut, Tosca, 1950) y Covent Garden (debut, Tosca, 1956).
Las propiedades de una voz importante como la suya, la calidad de su línea de canto, nobilísima por todo concepto y genuinamente verdiana, las ligaduras, la sutileza de matices y en modo especial sus filados, manejados con maestría a cualquier altura del registro vocal, eran ideales para cantar «D’Amor sull’ali rosee», «Pace mio Dio» y «O patria mia». Al caudaloso patrimonio le caracterizaba también una cierta veladura tímbrica y por su forma de articulación una dicción borrosa del italiano. Apreciadísima en los teatros de la Unión -también el el Teatro Colón en los años 40- no causó tan favorable impresión cuando llegó a la Scala como Floria Tosca, un personaje que nunca fue su fuerte y que no era afín a su temperamento y estilo, aunque también se le festejaban su Gioconda, Santuzza y Norma. En la función de clausura del viejo Met, en abril de 1966, dijo su adiós. Prefirió cerrar su larguísima carrera en coincidencia con el abandono de aquella vieja arquitectura.
Fuentes:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Echevarría, Néstor – HISTORIA DE LOS CANTANTES LIRICOS