30 de abril
|1870 – Nacimiento en Komárno (entonces Imperio Austrohúngaro, hoy Eslovaquia) del compositor FRANZ LEHAR. Era el hijo mayor de un director de banda del ejército austrohúngaro. Estudió violín y composición musical en el conservatorio de Praga, pero Antonín Dvořák le aconsejó que se dedicara a componer música. Al graduarse en 1899 se incorporó a la banda de su padre en Viena como asistente de director. En 1902 se convirtió en director en el histórico Teatro de Viena, donde se puso en escena su primera ópera Wiener Frauen en noviembre de ese año.
Es famoso por sus operetas – la más exitosa es La viuda alegre; pero también escribió sonatas, poemas sinfónicos, marchas, y algunos valses (el más popular de ellos es Oro y Plata, compuesto para el baile «Oro y Plata» de la Princesa Metternich, enero de 1902), algunos de los cuales estaban inspirados en sus famosas operetas. Canciones individuales de algunas de sus operetas han logrado fama propia, notablemente «Vilja» de La viuda alegre y «Mi corazón es tuyo» («Dein ist mein ganzes Herz») de La tierra de las sonrisas.
Lehár colaboraba con el tenor de ópera Richard Tauber, quien cantaba en muchas de sus operetas, comenzando en Frasquita (1922), en el cual Lehar nuevamente encuentra un estilo adecuado para la postguerra. Entre 1925 y 1934 escribió seis operetas específicamente para la voz de Tauber. En 1935 decide crear su propia casa de publicaciones para maximizar el control que ejerce sobre los derechos de autor en la ejecución de sus obras.
FRANZ LEHÁR falleció en Bad Ischl (cerca de Salzburgo, Austria) el 24 de octubre de 1948.
Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre
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1871 – Nacimiento en Pittburgh (Estados Unidos) de la contralto LOUISE HOMER. Su verdadero nombre era Louise Dilworth Beatty. Estudió en Boston y Filadelfia, donde conoció al compositor Sydney Homer con el que se casó. Juntos viajaron a París, donde la cantante se perfeccionó con Fidele König y Lhérie. Debutó en 1898, en Vichy, como Leonora en La Favorita, y al año siguiente se presentó en el Covent Garden como Lola en Cavalleria Rusticana. Durante una gira del Metropolitan encarnó por primera vez a su emblemática Amneris, el 14 de noviembre de 1900. Luego de retirarse de la compañía del Met en 1929, cantando el rol de Azucena, continuó ofreciendo algunos recitales. Entre las esporádicas presentaciones en el exterior se cuenta un Falstaff en el Chatelet de París, en 1920. Además, cantó en la Opera de Chicago (1920-25) y en San Francisco (1926). Se especializó en el repertorio alemán, siendo una excelente Ortrud, Brangäne, Venus, Waltraute, Erda, Magdalena, Fricka y Flosshilde. En la ópera italiana interpretó a algunas heroínas verdianas con perfecta comprensión de espíritu y estilo (Amneris, Ulrica, Maddalena, Azucena). Otros roles muy aplaudidos: Siebel (Faust); Lola (Cavalleria); Marguerite (La dame blanche); Laura; la bruja (Hänsel y Gretel); Nancy (Marta); Marina (Boris Godunov); Dalila; Fidès (Le Prophete) y Orfeo (Gluck). Participó en varios estrenos mundiales, entre ellos en Königskinder de Humperdinck (1910) creando el rol de la Bruja. La voz de esta diva era poderosa, de excelente timbre y ductilidad, y fue casi siempre bien captada por las placas acústicas. Sus grabaciones más famosas son los dúos y conjuntos con Caruso, Farrar, Eames, Gluck y Journet. En las arias también se pueden apreciar bien el magnífico timbre y la dicción perfecta, ya sea en francés, italiano o alemán. Louise Homer falleció en Winter Park, Florida, el 6 de mayo de 1947.
Fuentes:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1902 – Estreno en la Opéra-Comique de París de la ópera en cinco actos «PELLEAS ET MELISANDE» de Claude Debussy con libretto adaptado de la obra teatral de Maurice Maeterlick. Intérpretes de la premiére: Mary Garden; Jeanne Gerville-Réache; Jean Périer; Dufranne; Vieuille, dirigidos por André Messager. Debussy hizo posible lo aparentemente imposible: a partir de un libreto ajeno a la realidad cotidiana, totalmente alejado de todos los estilos de la música dramática, creó una maravillosa obra musical. Para ello sólo podía encontrar un estilo musical igualmente ensoñador y trascendental, que en última instancia se remonta a Tristán e Isolda de Wagner, pero que en realidad representa algo completamente nuevo. Aquí la palabra y la música se compenetran hasta lo más profundo. La música nostálgica y melancólica de Debussy, sus armonías ensoñadoras, lejos de la vida cotidiana, sus sonidos mágicos, que parecen venir de un mundo diferente, fueron el complemento ideal de un poema en el que las palabras sólo dicen la mitad de lo que contienen. Aquí Debussy es completamente él mismo y completamente impresionista. Por medio de un recitativo melódico único soluciona el eterno problema operístico de la preponderancia de la poesía o de la música. El hecho de que ese recitativo pueda tener un efecto ligeramente monótono si no se le da una interpretación de alto nivel, no dice nada contra él. A los aficionados al resto de las óperas les parecerá extraña tal vez la falta de excitantes crescendi en la orquesta, de efectos vocales dramáticos, de ritmos alternos; pero si pueden internarse en esos sonidos, en el movimiento intimista de la obra, en el extenso recitativo en que vibran todos los movimientos del alma, entonces experimentarán un placer poco frecuente. Con los interludios entre los diferentes cuadros, Debussy ha creado verdaderas obras maestras sinfónicas, cada una de las cuales refleja la situación anímica de los personajes; entre los compositores ha habido pocos psicólogos tan brillantes como Debussy.
Fuentes:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Pahlen, Kurt – DICCIONARIO DE LA OPERA
Libreto bilingüe francés-español:
Website Kareol – http://www.geocities.com/Vienna/Choir/7652/pelleas/pelleas.htm
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1917 – Estreno en el Teatro Costanzi de Roma de la ópera en tres actos «LODOLETTA» de Pietro Mascagni (1863-1945), sobre libreto de Giovacchino Forzano (1884-1970), basado en la novela «Los pequeños zuecos» de Ouida (Louise de la Ramée). Intérpretes de la premiére: Storchio, Campioni, Molinari, dirigidos por Pietro Mascagni.
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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1941 – Nacimiento en Chiva (Valencia) del director LUIS ANTONIO GARCIA NAVARRO. Empezó los estudios musicales en su ciudad natal y más tarde amplió su formación en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, donde estudió oboe, piano y composición. En 1963 ganó el Premio del Conservatorio y ese mismo año fundó la Orquesta Nacional Universitaria, de la que fue director hasta 1966.
Becado por la Fundación March, estudió dirección de orquesta en la Escuela Superior de Música de Viena, con Hans Swarowsky y Karl Oesterreicher y finalizó los estudios en 1969 con ‘Auszeichnung’, la más alta distinción que otorga esta Academia. En 1967 ganó el Primer Premio en el Concurso de Directores de Orquesta de Besançon (Francia). Entre 1970 y 1974 fue Director de la Orquesta Municipal de Valencia. En 1980 fue designado Director Musical del Teatro San Carlos de Lisboa y en 1984, Principal Director Invitado de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart, cargo que ejerció hasta 1987. De 1987 a 1991 fue Director General Musical de la Ópera del Estado de Stuttgart y Principal Director Invitado de la Ópera del Estado de Viena. A partir de la temporada 1991 – 92 es Principal Director Invitado de la Orquesta Filarmónica de Tokio y Director Invitado permanente de la Deutsche Oper de Berlín. De 1991 a 1993 fue Titular de la Orquesta Ciudad de Barcelona.
Ha dirigido habitualmente a la Filarmónica de Viena, Sinfónica, Philharmonia y Royal Philharmonic de Londres, Staatskapelle Dresden, Nacional de Francia, Residencia de La Haya, Suisse Romande, Sinfónica de Viena, Filarmónica de Varsovia, Filarmónica de San Petersburgo, Filarmónica de Los Ángeles, Pittsbourg, St. Louis Symphony y Sinfónica de Chicago.
Ha dirigido ópera en los teatros más prestigiosos del mundo: Covent Garden de Londres, Opera de París, San Francisco Opera House, Chicago Lyric Opera, Metropolitan Ópera de Nueva York, Ópera del Estado de Viena, Scala de Milán, Teatro Colón de Buenos Aires, Gran Teatro del Liceo de Barcelona y en el Teatro Lírico Nacional La Zarzuela de Madrid. Dirige habitualmente en Japón desde que en 1983 hiciera su debut. Ese mismo año debutó en el Festival de Salzburgo, volviendo nuevamente en 1988 para dirigir la ópera El Proceso de Gottfried von Einem. En España, GARCIA NAVARRO dirige regularmente las orquestas: Nacional de España, Sinfónica de Radio Televisión Española.
En 1983 Jacques Chirac le impuso la Medalla de Oro de la Ciudad de París y es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia desde 1984. En enero de 1998 inauguró, junto a F. Zeffirelli como director de escena. La New National Opera de Tokio con una nueva producción de Aida.
En 1999 fue nombrado por elección de sus componentes Director Titular de la Orquesta Sinfónica de Madrid por votación de la misma. En el verano de ese mismo año impulsó la creación del Coro de la Orquesta Sinfónica de Madrid, incorporándolo junto a ésta al Teatro Real. De la labor artística y musical de GARCIA NAVARRO al frente del coliseo madrileño se recuerdan especialmente los éxitos conseguidos durante las últimas temporadas con Missa Solemnis de Beethoven, Otello de Verdi, Margarita la Tornera de Chapí, Der Rosenkavalier de R. Strauss y Parsifal de R. Wagner, esta última ópera con gran éxito de crítica tanto nacional como internacional. En conmemoración al 100 aniversario de la muerte de Verdi, ha dirigido con gran éxito Il Trovatore y la Misa de Réquiem.
En 2001 ha sido condecorado por la República Federal de Alemania con la Gran Cruz del Mérito y con el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid, así como con la medalla de oro del Palau de la Música de Valencia.
En julio de 2001 le otorgaron el premio de las Artes y las Ciencias que organizan la Generalitat Valenciana y el Diario ‘El Mundo’ en su primera edición, que compartirá con Joaquín Rodrigo a título póstumo.
GARCIA NAVARRO era Director Artístico y Musical del Teatro Real desde su reinauguración en 1997. Su labor ha dejado un teatro consolidado artísticamente y con gran proyección internacional.
GARCIA NAVARRO falleció en Madrid el 10 de octubre de 2001.
Fuente:
Diario El País – www.elpais.com/