28 de enero

1791 – Nacimiento en París (Francia) del compositor FERDINAND HÉROLD. De origen alsaciano, Ferdinand Herold fue hijo único de François-Joseph Hérold (1755-1802), pianista y compositor y de Jeanne-Gabrielle Pascal, y también nieto de un organista, Nicolas Hérold, por lo que creció en una atmósfera musical. Entró en el pensionado Hix a la edad de seis años, siguió paralelamente cursos de teoría musical con François-Joseph Fétis (futuro editor de «La Revue musicale»). A los siete años, sabía tocar el piano y comenzó a componer. Su padre se oponía a que hiciese una carrera musical pero su muerte en 1802, le permitió enfocar este proyecto con más realismo. Ingreso en el Conservatoire national de Paris en 1806, donde tuvo como profesores de primera fila: su propio padrino Louis Adam (padre del compositor Adolphe Adam) en piano, Charles Simon Catel en armonía, Rodolphe Kreutzer en violín y Étienne Nicolas Méhul en composición. En 1810, gano el primer premio de piano, con una pieza que el mismo había compuesto, lo que nunca había ocurrido hasta ese momento. Partió a Roma con los escultores François Rude y David d’Angers en 1813 después de ganar el Prix de Rome de 1812. En primavera, compuso ya su Primera sinfonía.
En 1815, partió para instalarse en Nápoles por razones de salud. Allí compone varias obras, entre ellas su segunda sinfonia y tres cuartetos para instrumento de cuerda. Su primera ópera, La Gioventù di Enrico Quinto (La jeunesse d’Henri V) fue representada en el Teatro del Fondo, bajo el seudónimo de Landriani. A pesar de que los compositores franceses eran generalmente mal recibidos, tuvo el éxito del público pero no el de los compositores napolitanos. Murat le conprometió incluso para enseñar piano a sus hijas, aunque antes de ello debió dejar Italia. Estuvo en Austria, donde Metternich le empleó algunos meses, por Munich y Suiza y regresó a Paris. Es entonces que adquiere celebridad gracias a una ópera escrita en colaboración con Boïeldieu, Charles de France (1816). También conoció el éxito ese mismo año con una segunda ópera, Les Rosières, dedicada a su amigo y profesor Méhul. Si La clochette (1817) fue también un éxito, ese no fue el caso de las óperas siguientes Premier venu y Les troqueurs (1819). La mala elección de los libretos comprometió también L’amour platonique y L’auteur mort et vivant. Hérold, decepcionado, decidió entonces abandonar la ópera.
En 1821, llega a ser asistente en el Théâtre italien y viajó a Italia para reclutar cantantes. Recuperó la salud y la inspiración. Regresó a la escena con una nueva ópera Le Muletier (1823) según un libreto de Paul de Kock, Lasthénie y profesó admiración por España después de la victoria francesa de Trocadéro para presentar Vendôme en Espagne, en colaboración con Daniel Auber (1823). En 1824, el Opéra comique le encargó Le roi René. Continuó mientras tanto trabajando para el Théâtre italien donde llegó a ser maestro de coro (1826).
Herold escribió siempre mucho y alternó fracasos —Le lapin blanc (1825), L’illusion (1829)— y éxitos —Marie (1826), Emmeline (1830). Fue también empleado en la Opéra Garnier y nombrado «chevalier» de la Légion d’honneur (1828). En 1827 se casó con su mujer, Mlle. Rollot (1806-61), y en 1828 ambos tuvieron un hijo, Ferdinand Herold (1828-82), futuro prefecto de la Seine.
El 3 de mayo de 1831 se estrenó su más célebre ópera, Zampa, que fue un triunfo en Francia y Alemania, donde todavía se representa a veces hoy día. Después de colaborar en La marquise de Brinvilliers (con Boïeldieu y Auber, entre otros) y escribir La Médecine sans médecin (1832), compuso la que es sin duda hoy su obra más conocida, Le pré aux clercs (1832), de la que se representó la función número mil ya en 1871. Un mes después del estreno, en enero de 1833, Herold murió de tuberculosis en París el 19 de enero de 1833. Fue enterrado en el Père Lachaise. Dejó una ópera inacabada, Ludovic, que fue terminada por Halévy.

Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre

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Marie Falcon1814 – Nacimiento en París (Francia) de la soprano MARIE CORNÉLIE FALCON. Estudió con Nourrit en el Conservatorio de París; debutó como Alice (Robert le Diable), en la Opera de París, en 1832. Creó el rol de Rachel (La Juive, 1835) y de Valentine (Les Huguenots, 1836). Después de 1938 tuvo serios problemas con su voz probablemente por exceso de trabajo y se retiró en 1840.
MARIE CORNÉLIE FALCON falleció en París el 25 de febrero de 1897.
La FALCON tenía una voz de soprano dramática con la extensión de una mezzosoprano y a partir de ella se designó como “Falcon” a la voz oscura de soprano. Su carrera fue increíblemente corta, apenas seis años, siendo mencionada generalmente como un ejemplo de cantante que presiona y exige a su voz más allá de lo prudente y termina destruyéndola.

Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA

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1830 – Estreno en la Opéra-Comique de París de la ópera cómica en tres actos FRA DIAVOLO de Daniel F. E. Auber (1782-1871), sobre textos de A. Eugène Scribe (1791-1861) y Germaine Delavigne.
Intérpretes: Chollet, Féréol, Prévost, Boulanger.

El texto de la ópera se inspira en la gesta del legendario y famoso santurrón Michele Pezza, llamado Fra Diavolo; pero en el libreto pierde el personaje todo carácter político, asumiendo en muchas ocasiones actitudes de ladrón caballeresco. Según la tradición de la ópera-comique, esta ópera comprendía partes cantadas y largos parlamentos recitados, y con esta forma se representó las primeras veces.
Más adelante, el propio Auber modificó la ópera, transformando las partes en prosa en recitativos cantados. Aunque su fama haya superado la de todas las otras óperas cómicas del músico y, para el gran público, quizá haya eclipsado también a La muette de Portici, Fra Diavolo no ofrece grandes diferencias con respecto a ellas. Encontramos en ella una música brillante y agradable, no particularmente profunda, según el gusto del tiempo. Es evidente en ella, como en casi toda la producción del músico, la influencia de Rossini, por quien Auber sintió una admiración infinita. El libreto, escrito bajo la dirección de Eugène Scribe (unido a Auber por una amistad que dio origen a una colaboración de cerca de cuarenta años), fue traducido, después del grandísimo éxito parisiense, a casi todas las lenguas europeas. El favor de que gozó Fra Diavolo no se debilitó fácilmente, y solo en el siglo XX asistimos a una lenta declinación de esta ópera, si bien algunos motivos, como la celebérrima Romance favorite, continúen todavía en la cumbre de la fama. Hoy se representa poco esta ópera, y casi solamente en Francia, aunque está incluida en el repertorio operístico normal.

Fuente:
Bertelé, Antonio [et alt.] – ENCICLOPEDIA DEL ARTE LIRICO

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Felice Romani1865 – Fallecimiento en Moneglia (Italia) del libretista y poeta FELICE ROMANI. Había nacido en Génova (Italia) el 31 de enero de 1788. Romani salió de Génova a Pisa para «estudiar leyes para complacer a su familia, y literatura para complecerse a sí mismo». Posteriormente ingresó en la facultad de la Universidad de Génova, y mientras estudiaba traducía literatura francesa. Con un colega, preparó un diccionario en seis volúmenes de mitología y antigüedad, incluyendo la historia celta en Italia. El conocimiento de Romani del francés y la antigüedad se refleja en los libretos que escribió; la mayoría están basados en literatura francesa y muchos, como por ejemplo el de Norma, utilizaron fuentes mitológicas o antiguas.
Romani viajó ampliamente por España, Grecia, Alemania y Francia. En 1814 se estableció en Milán, donde granjeó la amistad de importantes figuras del mundo literario y musical. Rechazó un puesto como poeta de la corte de Viena, para dedicarse a escribir para la ópera. Produjo dos obras para el compositor Simon Mayr, que le lograron un puesto en La Scala. Romani se convirtió en el libretista más apreciado de su época, escribiendo casi cien obras. A pesar de su interés por la literatura gala, rechazó la oportunidad de trabajar en París.
Por lo general, Romani no creaba sus propias historias; se mantenía al día con lo que ocurría en el treatro parisino y adaptaba obras populares. Pero esta estrategia no era siempre segura, dada la escasa legislación sobre derechos de autor y copia que había para el momento. En una ocasión Romani utilizó una obra de Victor Hugo para una ópera de Donizetti (Lucrezia Borgia). Pero luego de las primeras funciones en París en 1840, Hugo obtuvo un amparo para evitar otras representaciones. El libreto fue modificado y retitulado como La Rinegata, y los personajes italianos se transformaron en turcos.
Romani escribió los versos de las siguientes óperas: de Bellini, Il Pirata, I Capuleti e i Montecchi, La Straniera, La sonnambula, Norma, Zaira y Beatrice di Tenda; de Rossini, Il turco in Italia; y de Donizetti, Anna Bolena y L’elisir d’amore. Verdi también utilizó uno de sus libretos, que fue escrito originalmente para el compositor Adalbert Gyrowetz, en una de sus primeras comedias: Un giorno di regno.
Romani fue considerado como la pareja ideal para Bellini, quien dijo: «Dadme buenos versos y os daré buena música». El compositor buscaba en los libretos versos con situaciones dramáticas e incluso extravagantes, «diseñados para retratar las pasiones de la manera más vívida», como escribiría a Florimo el 4 de agosto de 1834. Esos versos los encontró en el trabajo de Romani.
Después de componer I Puritani sobre un libreto de Carlo Pepoli, Bellini se propuso no escribir óperas italianos con otro libretista que no fuera Romani. Pero el compositor moriría pocos meses después del estreno de esta ópera. Romani lo lloró sentidamente y escribió un obituario en el que expresaba su arrepentimiento por los desacuerdos que habían tenido.
En 1834 Romani fue nombrado editor de la Gazzetta Ufficiale Piemontese para la cual escribía crítica literara. Mantuvo ese cargo hasta su muerte, menos el lapso comprendido entre 1849 y 1854. Sus poemas líricos fueron publicados en una colección de 1841.

Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre

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1916 – Estreno en el Teatro Metropolitan de Nueva York de la ópera en tres escenas GOYESCAS de Enrique Granados, sobre libreto de Fernando Periquet. Granados realizó una adaptación escénica de la suite para piano del mismo nombre basada en las pinturas de Francisco de Goya y Lucientes.
Intérpretes: Anna Fitziu, Giovanni Martinelli, Giuseppe de Luca, Flora Perini. Dirección: Gaetano Bavagnoli.

Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA

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Mario Lanza1921 – Nacimiento en Filadelfia (Estados Unidos) del tenor MARIO LANZA. Su verdadero nombre era Alfredo Arnold Cocozza. Sus padres eran inmigrantes italianos. Su madre, María Lanza, tenía una hermosa voz, pero no pudo estar en los escenarios porque su padre no se lo permitió. El padre de Alfredo, Antonio Cocozza, fue un héroe de la I Guerra Mundial. A los cinco años, mostró un gran interés en la vieja Vitrola (fónografo con motor a cuerda) familiar. A los dieciséis años, Alfredo anunció su intención de convertirse en cantante. Su madre, entusiasmada con el sueño que no pudo cumplir, le dio todo el apoyo posible y le hizo tomar lecciones de canto. Fue descubierto por el director Serge Koussevitsky, que quedó tan impresionado con su voz que le garantizó una beca. Fue entonces que decidió usar «Mario Lanza» como sobrenombre artístico, poniéndose el apellido de su madre, que no pudo cantar.
En el Festival de Música de Berkshire hizo su debut, en la obra “La Esposa de Windsor”. Su carrera operática fue interrumpida por la Segunda Guerra Mundial cuando fue asignado a los Servicios Especiales de la Fuerza Aérea Estadounidense. Retomó su carrera de cantante en Octubre de 1945 en un programa de la cadena radial CBS denominado Great Moments in Music (Grandes momentos de la música) donde hizo seis apariciones cantando música operática. Mas tarde, estudió bajo la dirección de Enrico Rosati por 15 meses.
Posteriormente, inició una extensa gira de 86 conciertos en los Estados Unidos, Canadá y México entre Julio de 1947 y Mayo de 1948. A raíz de un concierto en el Hollywood Bowl su talento llama la atención del ejecutivo y fundador de la cinematográfica MGM (Metro Goldwin Mayer), Louis B. Mayer, quien hizo firmar a Lanza un contrato cinematográfico de siete años de duración.
Al mismo tiempo que inicia su carrera cinematográfica, realiza sus primeras grabaciones comerciales para RCA Victor. Las primeras cintas que protagonizó That Midnight Kiss y The Toast of New Orleans, fueron tan exitosas, como su carrera discográfica, lo que incrementó su fama dramaticamente. En 1951, Lanza interpretó al tenor italiano Enrico Caruso en la cinta The Great Caruso (El gran Caruso), que obtuvo un resonante éxito. Simultáneamente, su popularidad expuso a Lanza a intensas críticas de algunos expertos, incluyendo aquellos que habían apostado por su trabajo en sus años iniciales.
Fue despedido en 1952, después de que había grabado las canciones de la cinta The Student Prince (El príncipe estudiante). La razón más frecuentemente citada por su despido en la prensa en el momento fue el recurrente problema de peso que hacía imposible para él encajar en el vestuario del Príncipe, pero según sus biógrafos la razón real fue una discusion que se generó con el director inicial de la cinta, Curtis Bernhardt, quien le exigió al tenor que grabara de nuevo la banda sonora por que le parecia que estaba cantada «de una manera muy emocional». Mario Lanza decidió no trabajar en esta pelicula con este director, a no ser que fuese designado otro. MGM se negó a sustituir a Bernhardt, y la película se hizo posteriormente con el actor Edmund Purdom doblando la voz de Lanza. Irónicamente, el director de la película fue Richard Thorpe, el mismo hombre propuesto por Lanza ante MGM para sustituir a Bernhardt, y con quien había tenido una excelente relación de trabajo en «El Gran Caruso».
Deprimido por su despido, y con su confianza en sí mismo gravemente socavada, Lanza se convirtió en un virtual solitario durante más de un año, buscando refugio con frecuencia en el alcohol. Durante este período, Lanza también estuvo muy cerca de la quiebra económica como resultado de las malas decisiones de inversión realizados por su ex apoderado artístico, y de sus hábitos de gastos fastuosos que lo dejaron con unos $ 250.000 en deudas por impuestos.
Regresó a la actividad cinematográfica en 1955 en la cinta Serenade (Serenata). Sin embargo, a pesar de su fuerte contenido musical, no fue tan exitoso como sus anteriores películas. Lanza luego se trasladó a Roma, en mayo de 1957, donde trabajó en la película «Las Siete Colinas de Roma» y regresó a vivir en el desempeño de una serie de conciertos de fama en todo el Reino Unido, Irlanda y el continente Europeo. A pesar de que su salud decaía, lo que se tradujo en una serie de cancelaciones durante este período, Lanza siguió recibiendo ofertas para óperas, conciertos, y películas.
A fines de agosto de 1958, hizo una serie de grabaciones operísticas en la Ópera de Roma para la banda sonora de lo que fue su última película, For the first time (Por Primera Vez). Aquí, entró en contacto con el director artístico de la Ópera de Roma, Riccardo Vitale, que al parecer le ofreció el papel de Canio en la opera Il Pagliacci durante la temporada 1960-61. Al mismo tiempo, su salud siguió decayendo sufriendo una variedad de enfermedades, incluyendo flebitis aguda e hipertensión arterial.
En abril de 1959, Lanza sufrió un ataque cardíaco, seguido de la neumonía doble en agosto. MARIO LANZA falleció en Roma el 7 de octubre de 1959 a los 38 años de una embolia pulmonar.
La corta carrera de Lanza abarca ópera, radio, conciertos, grabaciones y películas. Fue el primer artista de RCA Victor Red Seal que recibió un disco de oro. También fue el primer artista en vender dos y medio millones de álbumes. Lanza inspiró la carrera de las sucesivas generaciones de cantantes de ópera, incluido Plácido Domingo, Luciano Pavarotti, Leo Nucci y José Carreras, así como las de cantantes aparentemente con diferentes antecedentes e influencias. En 1994, el tenor José Carreras rinde homenaje a Lanza en una gira de conciertos en todo el mundo, diciendo de él, «Si yo soy un cantante de ópera, es gracias a Mario Lanza.»

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Wikipedia – La enciclopedia libre

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Emmy Destinn1930 – Fallecimiento en České Budějovice (República Checa) de la soprano EMMY DESTINN. Había nacido en Praga (República Checa) el 26 de febrero de 1878, con el nombre de Emilia Paulina Kittlová. Estudió primeramente violín con F. Lachner, y dio un concierto en público a los ocho años.
Luego comenzó su entrenamiento vocal con María Lowe-Destinn, de la que adoptó el apellido para hacer su carrera. Debutó en Dresde en 1897 con Cavalleria rusticana, sin mayor éxito. Decidida partidaria de la independencia de su patria, le fueron puestas trabas para actuar en su nativa Praga y en otros teatros, en los dominios de la monarquía dual.
En 1898 se presentó en la Opera de Berlín con Cavalleria rusticana, y permaneció en esa sala hasta 1908. En 1901 alcanzó fama mundial al cantar El holandés errante, en Bayreuth.
El 2 de marzo de 1904 se presentó en el Covent Garden con Don Giovanni, en el papel de Donna Anna; volvió en todas las temporadas hasta 1914.
El 16 de noviembre de 1908 debutó en el Metropolitan con Aida, en la famosa versión con que Toscanini inauguró su período en ese teatro. Luego siguieron los papeles de Marta de Tiefland; Santuzza en Cavalleria rusticana; protagonista de Madama Butterfly, La Wally, La Gioconda y Tosca; Nedda en Pagliacci; Eva en Die Meistersinger von Nürnberg; María en La novia vendida; Alice en Falstaff; Elisabeth en Tannhäuser; Ricke en Germania; Lisa en La dama de pique; Agathe en El cazador furtivo; Minnie en el estreno mundial de La fanciulla del West (1910); Elsa en Lohengrin; Pamina en Die Zauberflöte; Amelia en Un ballo in maschera, y Leonora en Il Trovatore.
También cantó Gerhilde en Die Walküre, durante una gira, y la sacerdotisa de Aida, al sustituir a una colega indipuesta. Totalizó más de trescientas actuaciones en la sala de Broadway.
En 1915 su prometido, el barítono Gilly, fue arraigado en Praga, dada su condición de francés. En represalia la Destinn se hizo ciudadana norteamericana. De regreso a esa ciudad, fue a su vez arraigada, con las imaginables repercusiones para su salud, y la voz en especial.
Al terminar la guerra reemprendió su carrera: primero en Checoslovaquia; luego en el Covent Garden en 1919, con el nombre de Emma Destinnova, y luego en el Metropolitan en 1919/21.
Además de toda la actividad y las vicisitudes, Destinn había estrenado Madama Butterfly para Londres en 1905, y Tess de Erlanger. Fue también primera intérprete de Salomé en París y Berlín. En América del Norte, hizo conocer La novia vendida, bajo la dirección de Gustav Mahler, y Germania, con la batuta de Toscanini.

Fuente:
Patron Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO

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Ezio Flagello1931 – Nacimiento en Nueva York (Estados Unidos) del bajo EZIO FLAGELLO. Estudió en la Manhattan School of Music, donde fue alumno de Friedrich Schorr y John Brownlee. También estudió en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia, en Roma, con Luigi Ricci.
FLAGELLO hizo su debut profesional en el Empire State Festival, en Ellenville (Nueva York, 1955) como Dulcamara en Elisir d’amore. Debutó en el Metropolitan Opera en 1957, como el Carcelero en Tosca. Cuatro días después, en un reemplazo de último momento, cantó Leporello en Don Giovanni. Rápidamente se convirtió en favorito de la audiencia en roles cómicos, tales como Bartolo en Il barbiere di Siviglia y Dulcamara en L’elisir d’amore, sin embargo también se lució en el repertorio lírico y en el dramático. En la vigésimo séptima temporada con la compañía, el cantó, notablemente, Rodolfo en La Sonnambula, Giorgio en I Puritani, Raimondo en Lucia di Lammermoor, Silva en Ernani, Wurm en Luisa Miller, Sparafucile en Rigoletto, Fra Melitone en Forza del destino, Filippo II en Don Carlos, Pogner en Die Meistersinger von Nurnberg, Timur en Turandot, etc. Creó el rol de Enobarbus en Antony and Cleopatra de Samuel Barber para la apertura de la nueva Metropolitan Opera en el Lincoln Centre (16 de septiembre de 1966). También gozó de una exitosa carrera internacional, presentándose frecuentemente en Viena, Milán, Berlín, Londres, etc.
FLAGELLO poseía una oscura y muy rica voz con un notable registro alto que se extendía al La natural. Dejó una impresionante discografía que incluye Cosi fan tutte, junto a Leontyne Price, Tatiana Troyanos, George Shirley, Sherrill Milnes, dirigida por Erich Leinsdorf; Lucrezia Borgia, junto a Montserrat Caballé, Alfredo Kraus, Shirley Verrett; Lucia di Lammermoor y Luisa Miller, ambas junto a Anna Moffo y Carlo Bergonzi; Rigoletto, junto a Robert Merrill y bajo la dirección de Georg Solti; Ernani, Ballo in maschera, Forza del destino, todos junto a Leontyne Price. También grabó Alcina de Händel e I Puritani de Bellini, ambos junto a Joan Sutherland.
EZIO FLAGELLO se retiró de la escena en 1987. He is the brother of composer Nicolas Flagello.

Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre

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Reynaldo Hahn1947 – Fallecimiento en París (Francia) del compositor REYNALDO HAHN. Había nacido en Caracas (Venezuela) el 9 de agosto de 1875. Estudió en el Conservatorio de París con Massenet. Más conocido como un compositor e intérprete de canciones sentimentales, fue también un notable director mozartiano. Su primera ópera L’Île du Rêve (1898), fue representada en al Opéra-Comique, al igual que La Carmélite (1902). Le Marchand de Venise, basada en la obra de Shakespeare, fue producida en la Opéra de París en 1935. Los trabajos más atractivos de Hahn son sus operettas, en especial Ciboulette (1923). En 1945-46, fue director de la Opéra de París.

Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA

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Ferruccio Tagliavini1995 – Fallecimiento en Reggio Emilia (Italia) del tenor FERRUCCIO TAGLIAVINI. Había nacido en Reggio Emilia el 14 de agosto de 1913. Estudió canto con Italo Brancucci en Parma y ganó el primer premio en un concurso realizado en Florencia. Se puso inmediatamente en manos de Amedeo Bassi, quien lo preparó para el auspicioso debut en el Comunale de esa ciudad con La Bohème (1938). De inmediato surgió la comparación con Gigli y los públicos vislumbraron desde entonces un posible sucesor del tenor más venerado de la década. Esa actuación le abrió rápidamente las puertas de las salas más prestigiosas, con gran desempeño en importantes exhumaciones como Semiramide (Maggio Musicale Fiorentino, 1940) y Armida de Gluck (id. lugar, 1941). Florencia presenció también los festejos del cincuentenario de L’amico Fritz de Mascagni que permitieron un éxito fulgurante de Tagliavini bajo la dirección del autor.
Debutó en La Scala el 29 de enero de 1942 como el Conde Almaviva (Barbiere di Siviglia) junto a un elenco que integraban Pederzini, Bechi y Simionato como Berta. En abril fue Nemorino (L’elisir d’amore), alternando funciones con Schipa y en compañía de Favero, Gobbi y Stabile. En enero de 1943 cantó Elvino (Sonnambula) junto a Carosio y Favero y en abril repitió su Fritz Kobus, otra vez bajo la batuta de Mascagni. Esa primera etapa finalizó cuando las bombas aliadas destruyeron el teatro milanés en agosto de 1943. Volvió en septiembre de 1950 luego de sus éxitos en Norte y Sudamérica. El título elegido fue L’elisir d’amore y compartió la distribución con Carosio, Gobbi y Tajo, repitiendo algunas funciones en marzo de 1951. En abril de ese año fue protagonista de Werther junto a la Simionato. Un año después se produjo Il Barbiere di Siviglia dirigido por De Sabata con Simionato (Rosina), Bechi, Luise y Rossi-Lemeni. El punto final de las actividades con La Scala fue la Manon de Massenet protagonizada por Rizzieri (o Carteri) y con el Lescaut de Panerai, en marzo de 1953. A partir de esa fecha Tagliavini comenzó a abordar papeles más pesados como Riccardo (Ballo in Maschera), Fausto de Mefistofele (con Maria Callas, en la Arena de Verona) y el Loris de Fedora. Esta insistencia en roles equivocados le hicieron perder la facilidad de canto que había gozado en el período 1940/50.
En 1946 Tagliavini había conquistado sus primeros triunfos fuera de Italia con motivo de la temporada del Teatro Colón de Buenos Aires. Las óperas interpretadas en esa primera visita fueron Tosca (junto a su esposa Pia Tassinari) y L’elisir d’amore, donde evocó al legendario Nemorino de Gigli. Volvió al año siguiente. En Santiago de Chile fue aplaudido en 1957 en las celebraciones del centenario del Teatro Municipal. Regresó a esta capital dos años después. El 10 de enero de 1947 debutó en el Metropolitan de Nueva York con Rodolfo (Bohème), al que agregó poco después el Almaviva rossiniano. En la temporada siguiente fue Edgardo (Lucia di Lammermoor), Alfredo (Traviata) y el Duca di Mantova (Rigoletto). Durante una gira de la compañía (en abril de 1947) cantó algunas funciones de Madama Butterfly. Los papeles que aparecieron posteriormente fueron Nemorino (1948) y una aislada e infrecuente incursión en el Don Ottavio (Don Giovanni) en 1950, enfrentado posiblemente con el propósito de sustituir a un colega enfermo. La actuación en el Met se extendió hasta 1954, con un postrer regreso en 1961/62. La Opera de San Francisco lo conoció en 1948 con un L’elisir d’amore que reunió a Sayâo, Gobbi y Baccaloni. Luego hizo una función de La Traviata, junto a Dorothy Kirsten. Al año siguiente volvio para una Lucia di Lammermoor protagonizada por Lily Pons, dividiendo alguna función de Tosca con Björling. El último regreso a la compañía de Merola fue en 1952 con Mefistofele de Boito, al lado del poderoso protagonista de Rossi-Lemeni y la mal distribuida Bidú Sayâo como Margherita. Se despidió con una función de La Bohème. Otras salas del extranjero que lo aplaudieron fueron el Covent Garden de Londres (1950, Nemorino, 1955/56) y la Opéra de París, donde interpretó Un ballo in maschera en 1951. Tagliavini se retiró en 1965 y dio algún concierto con posterioridad, como el del Carnegie Hall de Nueva York (1977).
Tagliavini tuvo varias afinidades con el canto de Gigli, como la morbidez de los centros y la asombrosa facilidad para usar el falsete y la voz mixta. Sin embargo, las diferencias fueron muy marcadas y residieron en el abuso que hizo el primero de una emisión acaramelada que aplicaba incluso a fragmentos dramáticos. Tampoco supo resolver adecuadamente la zona del pasaje o la zona aguda, que a partir del Mi comenzaba a endurecerse perdiendo toda seducción. Si bien podía producir notas bastante voluminosas hasta el Si natural agudo, éstas se convertían en penosos sonidos empujados, secos, duros y de una calidad tímbrica muy inferior a la del resto del registro. A cambio, superó a Gigli en el campo estilístico, sobre todo en los fragmentos bel-cantísticos. Tagliavini, como tenore di grazia y poseedor de cierta facilidad para el canto de agilidad, hubiese sido un perfecto intérprete de ese campo. Sin embargo, desde un principio se enamoró de partes enjundiosas provenientes de otra vocalidad y las incorporó poco a poco a su repertorio. Hacia el final de sus actividades y con una pérdida casi total del manejo de su aparato de fonación se refugió en el canto declamado, que con tanta visión había evitado en los inicios. En las épocas de gloria fue un excelente Werther, Nemorino, Fritz y Elvino, este último sin sortear empero los requerimientos de una parte concebida para Rubini. En Cavaradossi hubo buenos momentos a cambio del canto destemplado de la zona alta, mientras que Loris y Riccardo estuvieron totalmente alejados de su vocalidad. Cuando ésta se resintió, ni siquiera pudo acercarse con corrección a Nadir, que era un personaje que estaba muy próximo a sus posibilidades. Sin ser un actor consumado, podía dar verosimilitud a sus encarnaciones en la escena, que tenían un enfoque moderno.

Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – CALLAS y 99 CONTEMPORANEOS