22 de octubre
|1809 – Nacimiento en Nápoles (Italia) del compositor FEDERICO RICCI. Estudió con Zingarelli y Raimondi en Nápoles en el Conservatorio de Nápoles, su hermano mayor Luigi, y Bellini. De las cuatro comedias compuestas con su hermano, la más conocida es Crispino e la comare (1850), mientras que La Prigione di Edimburgo, basada en Walter Scott (1838) y Luigi Rolla (1841) fueron los más exitosos de sus trabajos independientes. FEDERICO RICCI falleció en Conegliano, el 10 de diciembre de 1877.
Fuente:
Hamilton, David – METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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1811 – Nacimiento en Raiding (Hungría) del compositor, pianista y director FRANZ LISZT. El gran virtuoso del piano del siglo diecinueve, estudió en Viena con Czerny y Salieri, y en París con Paer y Reicha. A los trece años, compuso una operetta en un acto, Don Sanche (1825); aunque aspiró al suceso operístico en años posteriores, jamás escribió otra vez para el teatro (a excepción de su oratorio Saint Elisabeth que ocasionalmente es puesto en escena). Su importancia en la historia operística reside en la popularización de música de ópera a través de sus virtuosas transcripciones para piano y sus años de director musical en Weimar (1848-58), donde presentó las óperas de sus amigos Berlioz, Cornelius y Wagner (más tarde esposo de su hija Cósima). FRANZ LISZT falleció en Bayreuth, el 31 de julio de 1886.
Fuente:
Hamilton, David – METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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1859 – Fallecimiento en Kassel (Alemania) del compositor, violinista y director LUDWIG SPOHR a los 85 años de edad. LUDWIG SPOHR había nacido en Braunschweig el 5 de abril de 1784. De pequeño ya mostró talento para el violín y a los 15 años se incorporó a la orquesta del duque de Brunswick. Tres años más tarde fue enviado, con el apoyo del duque, a realizar un viaje de estudios a San Petersburgo con el virtuoso violinista Franz Anton Eck.
Las primeras composiciones importantes de SPOHR, incluyendo su primer concierto de violín, datan de ese periodo. A su regreso el duque le animó a realizar una gira de conciertos por el norte de Alemania. En 1804 un influyente crítico de música lo vio en algunos conciertos en Leipzig y quedó tan impresionado por su virtuosismo en el violín y por sus composiciones, que de la noche a la mañana le dio fama en toda Alemania.
En 1805 SPOHR fue nombrado director de orquesta de la corte de Gotha, donde permaneció durante siete años. Allí conoció a Dorette Scheidler, arpista de 18 años, con la que se casó al año siguiente. Juntos formaron un dúo de violín y arpa que tuvo un considerable éxito. Incluso realizaron una gira de conciertos por Italia y viajaron a París y Londres. No obstante, su esposa abandonó su carrera cuando tuvieron hijos, para dedicarse a ellos. En 1834 murió prematuramente, lo cual causó a SPOHR un gran dolor.
Después del periodo en Gotha, SPOHR, ya casado, se instaló con su mujer en Viena, donde fue el director de orquesta del Theater an der Wien desde 1813 hasta 1815. En esa época conoció a Beethoven, con el que mantuvo una relación amistosa. Dos años más tarde aceptó el cargo de director de orquesta de la ópera de Francfort del Meno, que le dio la oportunidad de representar sus propias óperas. La primera de ellas, Fausto, había sido rechazada en Viena. SPOHR y su esposa se quedaron dos años en Francfort. En 1822, por recomendación de Carl Maria von Weber, se le ofreció el puesto de director de orquesta en la corte de Kassel. Allí permaneció hasta su muerte.
SPOHR fue un compositor prolífico, que compuso más de 150 obras, aunque de éstas la mayoría no se interpretan en la actualidad. Entre sus obras más apreciadas se encuentran sus conciertos para clarinete, que se han ganado merecidamente un puesto en el repertorio de los clarinetistas. Sus numerosos conciertos para violín también tienen éxito entre el público actual, si bien resultan menos conocidos que los conciertos de violín de otros compositores. SPOHR compuso también nueve sinfonías, que reflejan claramente la evolución del estilo musical a lo largo de de los años en los que las escribió.
En música de cámara SPOHR destacó igualmente, ya que compuso un número elevado de cuartetos de cuerdas y otros cuartetos y obras para diversos instrumentos, incluidos dúos para violín y arpa que interpretaron él y su esposa. Las óperas de SPOHR fueron representadas con éxito durante el siglo XIX y bien entrado el siglo XX. Finalmente compuso también canciones, así como obras corales y una misa.
SPOHR fue un virtuoso violinista que inventó el apoyo del mentón del violín. Asimismo fue un gran director de orquesta y el primero en utilizar una batuta.
Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre
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1885 – Nacimiento en Montagnana (Italia) del tenor GIOVANNI MARTINELLI. Luego de actuar como clarinetista en una banda militar, estudió canto con Mandolini en Milán. Debutó en el Teatro Dal Verme, de esa ciudad, con el Stabat Mater de Rossini (1910), al que siguieron Ernani y Ruy Blas. Luego actuó en el Costanzi de Roma, en Brescia y en el San Carlo de Nápoles. En 1912 debutó en el Covent Garden de Londres, con Tosca y en La Scala, con La Fanciulla del West. A la capital británica regresó en 1913 y 1914. Se presentó también en el Teatro de la Moneda de Bruselas y en el Champs Elysées de París.
El 20 de noviembre de 1913 debutó en el Metropolitan, que habría de convertirse en su hogar artístico hasta 1946, y donde recogió -con Gigli- la antorcha carusiana. Actuó también en Filadelfia, San Francisco y Chicago, enriqueciendo constantemente su repertorio. Luego del contrato del Met, actuó poco fuera de los Estados Unidos: Buenos Aires, 1916 y 1921; Covent Garden, 1919 y la temporada de la coronación de Jorge VI (1937) con Otello; París, 1929 y 1937; Opera de Roma y Dal Verme de Milán, 1929.
Luego de su retiro de la escena se presentó en innumerables conciertos, prácticamente hasta poco antes de su fallecimiento. Interpretó con éxito Don Carlo, La forza del destino, Carmen, Samson et Dalila, La Juive, Pagliacci y Fedora. Cantó en el estreno mundial de Madame Sans-Gêne, de Giordano y en las primeras representaciones norteamericanas de Francesca da Rimini, La campana sommersa, Simon Boccanegra y Goyescas. Llegó a cantar el papel de Tristán para la Isolde de Flagstad en Chicago, en 1939.
Martinelli se hizo ciudadano norteamericano. Falleció en Nueva York, el 2 de febrero de 1969.
Tuvo la virtud de sobresalir durante largo tiempo, aun en la época de Caruso, y luego de la muerte de éste en 1921 se hizo cargo de varios papeles de su ilustre antecesor.
Martinelli grabó discos para Edison Hill & Dale (Londres), HMV Victor y Continental y trató de abarcar un repertorio de tenor absoluto, con logros irregulares.
Poseyó una voz de timbre incisivo y considerable volumen. La emisión, excesivamente nasal y monocorde, ensombreció la mayoría de sus interpretaciones. Como contrapartida de ese defecto, se puede decir que se posesionaba adecuadamente de los personajes y cantaba con musicalidad. Aun así, una grabación «del vivo» de Simon Boccanegra lo muestra tan enfático y «latigudo» como sus más célebres colegas del momento, y por qué no decirlo, de muchos de la actualidad.
Sentía especial predilección por el micrófono. Grabó su último disco en 1962, celebrando el cincuentenario de su debut en La Scala.
Al escuchar cualquiera de sus grabaciones se advierte inmediatamente que no era un tenor dramático, y mucho menos un posible Tristán. Con el pasar de los años, el abandono de la idea de imitar todas las inflexiones y golpes de glotis carusianos, sumando al perfeccionamiento escénico, lo hicieron un intérprete adecuado para el repertorio spinto. La voz, sin embargo, nunca llegó a ser verdaderamente atractiva.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1907 – Nacimiento en Berlin (Alemania) del tenor GÜNTHER TREPTOW. Comenzó su entrenamiento vocal en la Musikhochschule de Berlín, y más tarde en Milán con Giovanni Scarmeo. Debutó en Berlín, como el Cantante Italiano en Der Rosenkavalier, en 1939. Cantó en la Volksoper de Viena en 1938, como Florestán en Fidelio. Debutó en la Opera de Munich en 1940, en la Opera de Viena en 1947, y en el Festival de Bayreuth en 1951.
Rápidamente se estableció como uno de los principales heldentenors de su generación, en roles tales como Siegmund en Die Walküre, Siegfried en Siegfried y Götterdämmerung, y Tristan en Tristan und Isolde. Además de los wagnerianos, también abordó otros roles como Max en Der Freischütz, Steva en Jenufa, Canio en Pagliacci, y el rol titular en Otello.
En la escena internacional, se presentó en La Scala en Milán, La Monnaie en Bruselas, el Covent Garden en Londres, el Teatro Colón en Buenos Aires, el Metropolitan Opera en New York, también se presentó en Leningrado y Moscú. Cantó en la Opera de Berlín desde 1961 hasta el momento de su retiro en 1972.
GÜNTHER TREPTOW falleció en Berlín el 28 de marzo de 1981 a los 73 años de edad.
Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre
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1923 – Fallecimiento en Nueva York del barítono VICTOR MAUREL a los 75 años de edad. VICTOR MAUREL había nacido en Marsella (Francia) el 17 de julio de 1848. Estudió canto en el conservatorio de su ciudad natal, trasladándose luego a París para perfeccionarse con Vuathrot y Duvernoy.
Debutó en Marsella en 1867 con Guillaume Tell; posteriormente se presentó en la Opera de París, con Les Huguenots, a la que siguieron La Favorite y L’Africaine, ambas en su original idioma francés. Al estar siempre a la sombra de Jean-Baptiste Faure (1830-1914), en 1869 decidió continuar su carrera en Italia, cuyo primer jalón fue el estreno mundial de Il guarany, de Gomes, en La Scala, en marzo de 1870. Desde 1873 a 1879 cantó ininterrumpidamente en el Covent Garden. Se hizo luego conocer en Rusia y en los Estados Unidos. Fue capaz de sobresalir en Don Giovanni y Le Nozze di Figaro -como el protagonista-, en Guillaume Tell, y en obras wagnerianas como Lohengrin y Tannhäuser. En Faust era capaz de interpretar los papeles de Méphistophélès y Valentin, según las circunstancias. En 1879 hizo una triunfal presentación en la Opera de París con dos personajes de gran relieve: el protagonista de Hamlet, de Thomas, y el Amonasro de Aida.
Entre sus trabajos más aplaudidos estuvo en el estreno de la versión revisada de Simon Boccanegra en La Scala, en 1881, que lo colocó a la cabeza de los barítonos verdianos de su tiempo. En 1887 participó en el estreno mundial de Otello, encarnando a un Iago que quedó como modelo de interpretación. Este éxito se repetiría en otros teatros de importancia. En 1892 fue el primer Tonio de Pagliacci, en el Dal Verme de Milán, y al año siguiente el primer protagonista del Falstaff verdiano. El 3 de diciembre de 1894 debutó en el Metropolitan como Iago, al que siguieron el protagonista de Rigoletto, Don Giovanni y Falstaff, Amonasro, Nevers (Les Huguenots), Escamillo (Carmen), Valentin (Faust), Lescaut (Manon) y Nelusko (L’Africaine). Totalizó un centenar de representaciones exitosas en el Met, hasta 1899. Se presentó en la Opera Cómica de París entre 1896 y 1903; en el Covent Garden, en 1904 y 1905, y en el San Carlo de Nápoles en 1905. Fue además pintor: diseñó una escenografía para la ópera Mireille, en 1919.
Posteriormente a su retiro, abrió una escuela de canto en París. En 1909 se trasladó a Nueva York, pero pasó sus últimos años en medio de penurias económicas. Escribió varios libros sobre canto, uno sobre la puesta en escena de Don Giovanni, y una autobiografía.
MAUREL no poseyó una voz excepcionalmente hermosa ni grande. Algunos sonidos eran velados, los agudos carecían de suficiente vibrato y adolecía de la excesiva nasalidad que aqueja a los cantantes de origen galo. Fue un barítono especialmente dotado para el «Bel canto»; sin embargo, habría de constituirse en el exponente fundamental del canto verdiano. Este hecho se debe, en gran parte, a las dotes artísticas de MAUREL, que como en los casos posteriores de Scotti y Gobbi, hacían desaparecer toda duda sobre la calidad de sus interpretaciones.
Lamentablemente, sus discos grabados muy tarde, cuando su voz ya no resistía las partes más comprometidas. De todas maneras, esas grabaciones deben ser tenidas en cuenta como piezas de colección, al tratarse de uno de los más grandes creadores de todos los tiempos.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1962 – Fallecimiento en París del bajo barítono VANNI MARCOUX [Jean-Émile Diogène Marcoux] a los 85 años de edad. VANNI MARCOUX [Jean-Émile Diogène Marcoux] había nacido en Turín (Italia) el 12 de junio de 1877, de padre francés y madre italiana. Su madre le dio el apodo de “Vanni”, abreviatura de Giovanni, el equivalente italiano de Jean. Después de completar sus estudios de abogacía, decidió dedicarse a la música, comenzando su formación con Collini en el conservatorio de su ciudad natal. Hizo su debut a los 17 años, como Sparafucile en el Rigoletto verdiano. Después de estudiar en París con Frédéric Boyer, hizo su presentación en Bayona (Francia) como Frère Laurent en Roméo et Juliette de Gounod en 1899. De allí en más, se presentó en varios teatros de provincia, hasta debutar en el Covent Garden como Basilio en el Il barbiere di Siviglia de Rossini (1905), y en La Monnaie de Bruselas (1906), como Bertram en Robert le diable de Meyerbeer
VANNI MARCOUX debutó en la Ópera de París (1908) como Mefisto del Faust de Gounod, y en La Scala (1910), como el Viejo Hebreo en Samson et Dalila de Saint Saëns. Ese mismo año cantó por primera vez el Don Quixotte de Massenet en la «Gaieté Lyrique» en París, un papel que pronto se convertiría en su rol característico. Durante casi 40 años, VANNI MARCOUX fue una figura familiar y muy admirada en la vida musical parisina, principalmente en la Opéra y la Opéra-Comique, dónde creó un buen número de roles de óperas contemporáneas, tales como Lysistrata de Gunsbourg, L’Arlequin de d’Ollone, Monna Vanna y La femme nue de Henry Février, Panurge de Massenet, y L’Aiglon de Arthur Honneger y Jacques Ibert.
Las noticias sobre su éxito europeo cruzaron el Atlántico y fue entonces invitado a Boston, donde hizo su debut como Golaud en Pelléas et Mélisande (1912). Luego siguió su debut en la Lyric Opera de Chicago (1913), encarnando a los cuatro villanos de Les contes d’Hoffmann de Offenbach, que es considerado como uno de sus más logrados trabajos histriónicos. Su éxito norteamericano se debió en parte a Mary Garden, que popularizara la ópera francesa en esas latitudes. VANNI MARCOUX se presentó en el Teatro Colon de Buenos Aires en 1919.
Fueron también destacados en su carrera, los roles de Philippe II en Don Carlo, Iago en Otello y Gianni Schicchi. VANNI MARCOUX comenzó a enseñar en el Conservatorio de París en 1938. Se retiró en 1948, convirtiéndose en ese año en director del Grand Théâtre de Bordeaux, puesto que mantuvo hasta 1951.
La carrera de VANNI MARCOUX posiblemente haya sido una de las más destacadas del siglo XX, tanto por su duración como por la amplitud de su repertorio. Poseía una voz clara, aunque no especialmente potente, sostenida por una técnica impecable, excelente dicción y musicalidad y una extraordinaria inteligencia dramática.
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1985 – Fallecimiento en Ehrwald (Austria) de la soprano VIORICA URSULEAC a los 91 años de edad. VIORICA URSULEAC había nacido en Czernowitz (Ucrania) el 26 de marzo de 1894. Nació en una familia de tradición musical. Con cinco años de edad se traslada a Viena. Durante una visita a Zagreb, canta ante el intendente de la ópera de esta ciudad, quien le ofrece un contrato. Debuta en 1922 en el papel de Charlotte de Werther de Massenet. En un concierto en Bucarest llama la atención de la reina María, que la ayudará en su carrera internacional. Ésta comienza con su contrato en la Volksoper de Viena, conseguido gracias al apoyo de Felix Weingartner. El director Clemens Krauss, que había asumido la dirección de la ópera de Frankfort en 1924, estaba buscando una soprano, pero se negó a escuchar a Ursuleac por su apellido balcánico ya que prefería a alguien de origen germánico. Ursuleac cantó ante él con nombre ficticio y Krauss quedó maravillado, tanto la contrató incluso cuando supo su verdadera identidad. La relación entre los dos intérpretes fue muy estrecha en el campo musical y también en el personal, ya que ambos se casaron. Ursuleac comenzó su carrera ascendente e inició una estrecha relación con la ópera de Dresde. Allí interpretará en 1933 por primera vez a una de las heroínas straussianas: Arabella. Posteriormente, cantará en el estreno de Friedenstag (obra dedicada a la propia soprano y a Krauss), Capriccio, y, en 1944 la Dánae de El amor de Dánae.
Cuando URSULEAC se trasladó a Viena en 1930, rivalizó con la gran soprano Lotte Lehmann que, frente a URSULEAC, poseía un registro agudo más limitado. Posteriormente su carrera continuó en Berlín (donde se trasladó en 1935) y Múnich (1937). Durante este periodo, URSULEAC incorporó otros papeles straussianos, como la Mariscala, Ariadna, Crisotemis o la emperatriz en La mujer sin sombra, entre otros.
La carrera de URSULEAC se desarrolló especialmente en Alemania y Austria, con raras actuaciones en otros países. Su estreno en el Covent Garden de Londres en 1934 con la Desdémona del Otello de Verdi no fue muy apreciado, pero sí su Arabella. También cantó en el teatro Colón de Buenos Aires.
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Wikipedia – La enciclopedia libre