20 de noviembre
|1805 – Estreno en Theatre an der Wein (Viena) el drama lírico en dos actos (originalmente tres) FIDELIO de Ludwig van Beethoven (1770-1827); sobre libreto de Joseph von Sonnleithner, basado en la obra Léonore, ou L’Amour Conjugal de Jean Nicolas Bouilly.
Intérpretes de la premiére: A. Mildner, L. Müller, F. Demmer, S. Meyer, Rother. Dirección: Ludwig van Beethoven.
Fuente:
Bertelé, Antonio [et alt.] – ENCICLOPEDIA DEL ARTE LIRICO
Libreto bilingüe alemán-español:
Website Kareol – http://www.supercable.es/~ealmagro/kareol/obras/fidelio/fidelio.htm
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1890 – Nacimiento en Roma (Italia) de la mezzosoprano GABRIELLA BESANZONI. Estudió con Alessandro Maggi e Hilda Brizzi. Originariamente soprano ligera, cambió luego la voz, y se convirtió en contralto. Debutó en Viterbo en 1913, en el papel de Adalgisa (Norma). Pasó enseguida al Costanzi de Roma y a los principales teatros italianos, incluida La Scala, donde cantó papeles titulares de Orfeo ed Euridice y Carmen, bajo la dirección de Toscanini.
Triunfó en Sudamérica, donde entre 1915 y 1940 cantó repetidamente La Favorita, Samson et Dalila, La Gioconda, Il Trovatore, Lohengrin y Aida (Teatro Colón: 1918, 1922, 1924, 1928, 1930 y 1935). Se presentó en el Metropolitan, en la temporada 1919-20.
Esta cantante fue una de las divas más célebres que llegaron a las costas de Sudamérica a mediados de la década del 10 y durante los años 20. Dotada de un gran magnetismo, de una esbelta y hermosa figura, y sobre todo de una auténtica voz de contralto, descolló de manera sin igual, dejando un recuerdo que aún hoy día atesoran los amantes de la lírica de aquella época. Su interpretación de Adalgisa, junto a Rosa Raisa, es uno de los recuerdos más espectaculares que poseen aún ciertos rioplatenses.
Si tenemos en cuenta lo que dicen sus biógrafos, vemos que la importancia de la BESANZONI no sólo estuvo radicada en la interpretación de los papeles convencionales, sino que participó en forma muy especial en eso que nos permitimos denominar «la aristocracia del arte lírico», al ser una cantante de coloratura. Perfecta intérprete de L’Italiana in Algeri y La Cenerentola demostró, además del gran temperamento, ser dominadora de su órgano vocal.
La voz de la BESANZONI mostraba un mosaico de colores que en algunas ocasiones fue criticado. Ello se debía a sus orígenes de soprano y a la orientación que le dieron sus primeros maestros. El volumen era apreciable y los graves poderosos. Es interesante saber que la BESANZONI grabó solamente siete discos. Seis de ellos circularon en sus tiempos, y el restante -el aria de Le Prophète- no fue publicado entonces. También legó su famosa Carmen.
Entre sus grabaciones sobresale en forma muy especial el Stride la vampa de Il Trovatore, donde la cantante interpreta los trinos solicitados por el autor.
Como varios de sus colegas más famosos se negaba a cantar en un idioma que no fuera el suyo, y mantuvo esa norma durante toda su carrera, cantando Carmen y Samson en italiano.
Hacia el final de su período de triunfos, Caruso se trasladó a La Habana para participar en una temporada donde estaba incluida la ópera de Saint-Saëns. Sus anteriores Dalilas, en el Metropolitan, habían sido las imponentes y poco seductoras Margarete Matzenauer y Louise Homer. Al llegar a Cuba el tenor iba a tener a su coprotagonista ideal en BESANZONI: ahora se unían de manera ideal la voz privilegiada y el perfecto físico, y así quedó estampado en una hermosa foto tomada entre bambalinas y que podemos apreciar en el libro de Francis Robinson relacionado con el tenor napolitano. Pero por un azar del destino ambos cantantes iban a estar separados por la barrera del idioma, ya que Caruso cantó en francés y BESANZONI en italiano.
El proceso acústico de grabación en que la artista hizo sus únicos discos tenía el defecto de alivianar las voces, especialmente las femeninas. BESANZONI debió tener un color verdaderamente oscuro, ya que el timbre se muestra como el de una verdadera contralto. Dichas arias, realizadas en breve tiempo y un tanto a la ligera -están casi todas muy cortadas- poseen un gran valor de colección.
Fue una voz cuyo grave surgía fácilmente y no se notaba el escalón clásico que por lo general se percibe al pasar de la voz de cabeza a la de pecho. Por otra parte, notamos en toda la extensión del registro una vibración particular que no llega empero a ser lo que vulgarmente se llama una voz «caprina». Este hecho no llega a molestar, pero en algunos casos se hace ostensiblemente presente.
Para el público de su tiempo, BESANZONI era el sinónimo de Carmen, ya que poseía todas las cualidades indispensables para un perfecto desempeño del papel; el físico, la voz y ese magnetismo especial que la hacía llegar a la audiencia. Casada con un millonario, le gustaba presentarse en el último acto de la ópera de Bizet con alhajas de gran valor, seguramente inadecuadas para el carácter de la gitana, pero que ciertamente contribuían a dar una imagen reluciente, que, sumada a la espectacularidad del canto, producía un efecto sin igual.
GABRIELLA BESANZONI falleció en Roma, el 6 de julio de 1962 a los 71 años de edad.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1894 – Fallecimiento en Peterhof (cerca de San Petersburgo, Rusia) del compositor y pianista ANTON RUBINSTEIN a los 64 años de edad. ANTON RUBINSTEIN había nacido en Vikhvatinets (Distrito de Podolsk, Rusia) el 28 de noviembre de 1829. Fue un niño prodigio, estudió piano con Villoing en Moscú, composición con Delin en Berlín, y fundó la Sociedad Musical Rusa (1859) y el Conservatorio Imperial en San Petersburgo (1862). En oposición al nacionalista grupo de los «Cinco», Rubinstein compone música en el estilo occidental. Su única ópera exitosa fue El Demonio (1875); pueden citarse además Los Macabeos (1875) y Nerón (1879).
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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1901 – Estreno en la Opéra-Comique de París de la ópera en tres actos GRISÉLIDIS de Jules Massenet (1842-1912), sobre libreto de Paul Armand Silvestre (1837-1901) y de Eugène Morand (1854-1928), basado en la homónima leyenda medieval.
Argumento: El marqués de Saluzzo, llamado a una cruzada en Tierra Santa, se ve obligado a separarse de su hijo Loys y de su joven y bella esposa, Griselda. No dudando de la fidelidad de su mujer, apuesta con el diablo que este no conseguirá manchar su virtud. El diablo lo intenta en vano hasta que, irritado por la derrota, se venga raptando a Loys. Luego, fingiéndose pirata, invita a la infeliz Griselda para que vaya a bordo de su nave a recoger a su hijo. En este momento regresa el marqués, y, ante la negativa del diablo a restituir a Loys, los dos desesperados genitores imploran a Santa Inés, su protectora. Mientras están rezando ante el altar de la santa se desprende el tríptico, descubriendo al niño, dormido a los pies de Santa Inés.
La narración legendaria en la que Silvestre y Morand basaron el libreto puesto en música por Massenet fue tratada por primera vez, a lo que parece, en Le Fresne, uno de los lays de María de Francia (siglo XII). Boccaccio hizo de Griselda la heroína de uno de los cuentos de Decamerón (V jornada, X 10) y Petrarca reprodujo la historia, pero narrándola en latín, lo que permitió su difusión por toda Europa. Geoffrey Chaucer acudió probablemente al texto petrarquesco para su The clerk’s tale. En el plano musical podemos observar que Grisélides, ópera decididamente menor de Massenet, además de una agradable línea melódica y de una feliz conexión entre texto literario y discurso musical, mantiene una cierta donosura gracias a un difuso lirismo que la invade.
Fuente:
Bertelé, Antonio [et alt.] – ENCICLOPEDIA DEL ARTE LIRICO
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1937 – Nacimiento en Berlín (Alemania) del tenor RENÉ KOLLO. Estudió con Elsa Varena, en Berlín. Debutó en la triple función de Oedipus Rex, Mavra y Renard de Stravinsky, Brunswick, en 1965. Actuó en Düsseldorf (1967-71), cantando Froh (Rheingold), Eisenstein (Fledermaus) y Pinkerton (Madama Butterfly). Más tarde debutó en Bayreuth como el Piloto (Fliegende Höllander) en 1969; gradualmente progresó a los roles heroicos wagnerianos (joven Siegfried, 1976; Tristan, 1981). Debutó en el Metropolitan en el rol titular de Lohengrin (noviembre, 1976); regresó en 1979 como Bacchus (Ariadne auf Naxos). Debuts en la Opera del Estado de Viena (1971), Salzburgo (Lohengrin, 1974), Covent Garden (Siegmund, 1976); cantó ambos Siegfried en el ciclo wagneriano de San Francisco (1985).
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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1948 – Nacimiento en Stephens (Arkansas, EE. UU.) de la soprano BARBARA HENDRICKS. Se graduó a los veinte años en la Universidad de Nebraska en matemáticas y química. Luego asistió a la Juilliard School en Nueva York, donde estudió canto bajo la tutela de la mezosoprano Jennie Tourel.
En 1974 debutó en Europa, cantando en el Festival de Glyndebourne y en los Estados Unidos, en la Ópera de San Francisco. A partir de entonces, ha cantado en los teatros de ópera más importantes del mundo: la Ópera de París, en la Ópera del Metropolitan de New York, Royal Opera House de Londres y la Scala de Milán. En 1998 interpretó el papel de Liù en una representación histórica de la ópera Turandot en la Ciudad Prohibida de Pekín.
En 1994 participó en una grabación de la ópera The Rake’s Progress, que recibió premios internacionales. En 2000 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
En su repertorio incluye piezas de jazz, estilo en el que debutó en el Festival de Jazz de Montreux en 1994. También suele interpretar música de cámara.
Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre
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1950 – Fallecimiento en Varazza (Italia) del compositor FRANCESCO CILEA a los 84 años de edad. FRANCESCO CILEA había nacido en Palmi (Italia) el 23 de julio de 1866. Mientras era estudiante en el Conservatorio de Nápoles, fue producida su ópera Gina (1889) ganando un contrato con Sonzogno. El limitado éxito de La Tilda (1892) volvió la atención de CILEA hacia la enseñanza, que continuó ejerciendo durante muchos años de su vida (fue director del Conservatorio de Nápoles, 1916-36). Sus próximas dos óperas, L’Arlesiana (1897) y Adriana Lecouvreur (1902), fueron sus más grandes éxitos, especialmente dentro de Italia. Gloria (1907), aunque fue estrenada en La Scala por Toscanini, fue retirada luego de dos funciones, tampoco la revisión de 1932 logró ganar un lugar en el repertorio.
CILEA estaba dotado de un auténtico talento para la melodía y de un fuerte temperamento teatral. En sus mejores momentos es comparable al mismísimo Puccini.
Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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2005 – Fallecimiento en Naples (Florida, EE. UU.) del tenor JAMES KING a los 80 años de edad. JAMES KING había nacido en Dodge City (Kansas, EE. UU.). Estudió en la Universidad de Kansas como barítono, luego como tenor con Martial Singher, en Nueva York. Debutó como Don José en San Francisco Spring Opera (1961). Se incorporó a la Opera de Berlín (1962), también actuó en Salzburgo (1962), Viena (1963), Bayreuth (1965) y Londres (1966) Debutó en el Metropolitan como Florestan (enero 1966); participando en once temporadas incluyendo: el Emperador (Frau ohne Schatten), Siegmund, Cavaradossi, Stolzing, Don José y Bacchus. En el Teatro Colón de Buenos Aires debutó como Samson (1971) y retornó para un memorable Sigmund en 1981. Su voz, más lírica que heroica, pero intensa; su noble línea musical y la autoridad y expresividad de su canto, hacen de él un artista de gran clase.
JAMES KING se dedicó a la enseñanza en la Universidad de Indiana desde 1984 hasta 2003.
Fuentes:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
Valenti Ferro, Enzo – LAS VOCES, TEATRO COLON: 1908-1982