15 de julio

1782 – Fallecimiento en Bolonia (Italia) del castrato FARINELLI (o Farinello).  Había nacido en Apulia (Italia) el 24 de enero de 1705. Su verdadero nombre fue Carlo Broschi. Nació en el seno de una familia de la baja nobleza. Fue castrado cuando era un niño para preservar su voz de soprano en la edad adulta. Siguiendo la tradición de quienes le precedieron, Farinelli fue enviado a un conservatorio, lugar reservado para el entrenamiento de los castrati. En estos lugares se daba amplio entrenamiento de voz a los niños, lecciones acerca de composición y también les daban la oportunidad de improvisar; de ahí los informes de que Farinelli daba toques personales a las piezas ya compuestas que se le daban para cantar, para la delicia de su público. Él mismo se bautizó con el nombre artístico de Farinelli, tomado de un magistrado italiano.
Bajo la instrucción de Nicola Porpora, Farinelli adquirió una voz de maravillosa belleza. Se hizo famoso en el sur de Italia como il ragazzo («el muchacho»). Su primera actuación en un lugar público fue en 1720, con la Angelica e Medoro, de Porpora. En 1722 realizó su primera aparición en Roma, con Eumene, de su maestro, despertando un gran entusiasmo al superar a un popular trompetista alemán, a quien Porpora había compuesto un obligado para una de las canciones del joven; al sostener y aumentar una nota de prodigiosa longitud, pureza y poder, y en las variaciones y gorjeos que lanzó al aire. En las óperas, regularmente cantaba papeles de mujer, como por ejemplo, Adelaida, en Adelaide, de Porpora.
En 1724, Farinelli se presentó en Viena, y en Venecia el año siguiente, regresando a Nápoles poco después. Cantó en Milán en 1726, donde Johann Joachim Quantz lo oyó y escribió lo siguiente:
Farinelli tenía una voz de soprano penetrante, completa, rica, luminosa y bien modulada, con un rango en ese momento desde La debajo de Do medio a Re tres octavas por encima de Do medio… Su entonación era pura, su vibración maravillosa, su control de la respiración extraordinario y su garganta muy ágil, por lo que cantó los intervalos más amplios rápidamente y con la mayor de las facilidades y seguridad. Los pasajes de la obra y todo tipo de melismas no representaron dificultades para él. En la invención de ornamentación libre en el adagio fue muy fértil.
Farinelli cantó en Bolonia en 1727. Fue allí donde conoció al cantante Antonio Maria Bernacchi (quince años mayor que Farinelli), a quien debió mucho de su instrucción. Con un éxito y fama creciente, Farinelli se presentó en casi todas las grandes ciudades de Italia; regresó una tercera vez a Viena en 1731.
Farinelli modificó su estilo, según se dice, bajo el consejo de Carlos VI, desde una mera bravura de la escuela de Porpora a una de patetismo y simplicidad. Visitó Londres en 1734, arribando a tiempo para prestar su poderoso apoyo a la facción que en oposición a Händel había montado una ópera rival con Porpora como compositor y Senesino como cantante principal. Ni siquiera la ayuda de Farinelli pudo hacer que tuviera éxito.
Su primera aparición en el teatro Lincoln’s Inn Fields fue con Artaserse, de la que gran parte de la música era de su hermano, Riccardo Broschi. Su éxito fue instantáneo. Federico, Príncipe de Gales y la corte lo llenaron de favores y regalos.
Tras pasar tres años en Inglaterra, Farinelli partió para España, quedándose antes algunos meses en Francia, donde cantó ante Luis XV de Francia. En España, donde sólo tenía planeado quedarse unos meses, terminó viviendo casi 25 años. Su voz, empleada por la reina para curar al rey Felipe V de su locura melancólica, le ganó tanta influencia con Felipe que éste eventualmente le dio el poder, si no el nombre oficial, de primer ministro. Farinelli era lo suficientemente sabio y modesto para usar ese poder discretamente.
Durante dos décadas, noche tras noche, a Farinelli se le pedía que cantara las mismas canciones al rey. Poco después del ascenso del rey Fernando VI, Farinelli fue nombrado director de teatros en Madrid y Aranjuez, y la mayoría de las obras que montó tenían textos de Pietro Metastasio. Se le otorgó el rango de caballero en 1750 y se le condecoró con la Cruz de Calatrava. Utilizó su poder en la corte para persuadir a Fernando que estableciera la ópera italiana. También colaboró con Domenico Scarlatti, un compañero napolitano que vivía en España. Después del ascenso de Carlos III, Farinelli se retiró a Bolonia con la fortuna que amasó, y allí pasó el resto de sus días con Metastasio, falleciendo pocos meses después que él. Su patrimonio incluía regalos de la realeza y valiosos instrumentos musicales, como un violín Stradivarius.
Farinelli no sólo cantó, sino que también tocó instrumentos musicales con teclado y la viola d’amore. Ocasionalmente compuso, escribió el texto y la música de un adiós a Londres aria y un aria para Fernando VI, así como sonatas en órganos.

Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre

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1872 – Nacimiento en Frankfurt (Alemania) del director ALFRED HERTZ. Llegó al Metropolitan de Nueva York (debut, Lohengrin, 28 de noviembre de 1902) después de haber ocupado puestos en ciudades alemanas, como Brelau (1899-1902). En trece temporadas, dirigió 482 funciones de 26 óperas, incluyendo las premiéres en el Met: de Parsifal (ganando la enemistad de Cósima Wagner, de quien se dice impidió que Hertz obtuviera contratos en Alemania), Salomé y Der Rosenkavalier, las premiéres mundiales de Mona de Parker y Cyrano de Bergerac de Damsroch. Un vigoroso wagneriano, Hertz dejó el Metropolitan para conducir la novel Sinfónica de San Francisco (1915-30) y en 1922 inició los conciertos del Hollywood Bowl. ALFRED HERTZ falleció en San Francisco, el 17 de abril de 1942.

Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA

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Hugo von Hofmannsthal1929 – Fallecimiento en Viena (Austria) del poeta, dramaturgo y ensayista HUGO VON HOFMANSTHAL. Había nacido en dicha ciudad el 1 de febrero de 1874.  Proveniente de una familia aristocrática de banqueros, construyó su reputación con poemas líricos (el primero publicado cuando tenía 16 años) y piezas cortas en verso, como La muerte de Tiziano (Der Tod des Tizian, 1892) y El loco y la muerte (Der Tor und der Tod, 1893). Apenas sobrepasados los 20 años, era amigo de escritores como Schnitzler, trató a Bahr, George, Hauptmann y Rilke. Renunció a la poesía lírica, como suele decirse, en su breve y denso escrito Una carta (Ein Brief), de 1902.
Al iniciarse el siglo XX, ya casado, se inclina decididamente por el drama, mientras estudia sistemáticamente a los clásicos —Molière, Lessing, Goethe—, para aprender ese oficio; y hará adaptaciones de Calderón y de Sófocles. Entre sus obras de teatro destacan Christinas Heimreise (1910), Cada cual (Jedermann, 1911), El difícil (Der Schwierige, 1921) y La torre (Der Turm, 1925). Además, desde 1906 va a colaborar con el compositor Richard Strauss. Su primera ópera notable, como libretista de lujo, es Elektra (1908), fue seguida por El caballero de la rosa (Der Rosenkavalier, 1910), Ariadna en Naxos (1912, corregida en 1916), Die Frau ohne Schatten (1919), y Arabella. Esos textos son incomparables.
El relato y la novela son asimismo de alta calidad. Y es uno de los más importantes ensayistas de Austria.
Además, en 1920 fundó el Festival de Salzburgo junto a Max Reinhardt; su aportación escrita y personal a este empeño fue decisiva. Hasta el final de su vida, animó diversas revistas literarias y habló por varias ciudades europeas, al tiempo que mantuvo correspondencia continua con viejos y nuevos amigos como el joven Walter Benjamin.

Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre

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1959 – Fallecimiento en Lenno (Lago de Como, Italia) de la soprano ANGELICA PANDOLFINI.  Había nacido en Spoleto (Italia) el 21 de agosto de 1871. Debutó en 1894 en el teatro cívico de Módena como Marguerita en “Faust” de Gounod.  En 1897 se presentó en La Scala donde cantó el rol de Mimí de “La Bohème” de Puccini, en la premiére de esa ópera en La Scala.  El 6 de noviembre de 1902 creó el rol titular de “Adriana Lecouvreur” en la première mundial de la ópera de Cilea.  Hizo algunas pocas grabaciones pero grabó “Io son l’umile ancella”.
Luego de retirarse se dedicó a la enseñanza: su alumno más destacado fue el tenor Georges Thill.

Fuente:
http://www.angelfire.com/

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Lawrence Tibbett1960 – Fallecimiento en Nueva York  (Estados Unidos) del barítono LAWRENCE TIBBETT. Había nacido en Bakesfield (California, EE. UU.) el 16 de noviembre de 1896. Desde muy joven abrazó la carrera de actor, trabajando en la «Civic Repertory Company» de Los Angeles y la compañía shakespeariana de Tyrone Power (padre). Prestó servicio en la marina durante la guerra (1917-18), y al fin de las hostilidades debutó como cantante en el escenario del Cine Graumen de Los Angeles. Estudió luego con Basil Ruysdale, y en Nueva York con Frank La Forge. Fue cantor, mientas tanto, de la iglesia de New Rochelle.
Obtenida una audición en el Metropolitan, debutó en esa sala el 24 de noviembre de 1923 como Lovitsky en Boris Godunov, a la que siguieron cuidadas y entusiastas interpretaciones de otros papeles secundarios como Fleville y D’Obigny. Luego fue apoyado por Gatti-Casazza, quien le dio oportunidades de creciente responsabilidad: Valentín, en Faust; Silvio, en Pagliacci, y el Sumo Sacerdote en Samson et Dalila. Sin embargo, la conquista del público neoyorquino la lograría a través de dos interpretaciones memorables. La primera tuvo lugar en enero de 1925 cuando Gatti-Casazza repuso Falstaff, protagonizado por Antonio Scotti -que estaba en plena decadencia vocal-. Confió el papel de Ford a TIBBETT, quien cumplió con creces la misión de completar un brillante elenco y dar vida al complejo personaje. La segunda fue la sustitución de Titta Ruffo en La cena delle beffe de Giordano, luego de la cuarta función de la ópera. Su Neri fue un desplante de voz e histrionismo, y ese mes de enero de 1926 se puede considerar como punto de partida de la excepcional carrera de TIBBETT.
Posteriormente fue un magnífico intérprete verdiano, con excelentes versiones de Germont, Amonasro, Simon Boccanegra, Rigoletto, Iago, Falstaff y Don Carlo (La forza del destino).
Brilló también en el repertorio francés: Escamillo, Valentín, los villanos de Les Contes d’Hoffmann.
Tuvo oportunidad de demostrar su musicalidad al encarnar al Golaud de Pélleas et Mélisande. Puccini no faltó en su repertorio, destacándose sus Marcello, Michele, Scarpia y Gianni Schicchi. En el Met también cantó Die Meistersinger (Kothner), L’Heure Espagnole (Ramiro), Tannhäuser, Romeo et Juliette, L’amore dei tre Re, El lacayo del rey, Cavalleria rusticana, Lohengrin, Lorelei, Jonny spielt auf, La fanciulla del West, Peter Ibbetson (en el estreno mundial), El emperador Jones (ídem), Caponsacchi y Peter Grimes. Totalizó alrededor de quinientas cincuenta y seis representaciones en la sala de Broadway y en giras.
Si se examina la impresionante lista de obras cantadas en el Met se puede notar la facilidad del artista para abordar diferentes autores, épocas y estilos. La voz era potente, bien timbrada, extendida hacia el agudo y el grave; la emisión, siempre controlada. Nunca se le negaron sus notables dotes de actor y la gran facilidad para abordar el repertorio peninsular sin agregar las inflexiones de su lengua materna, como lo harían sus epígonos Warren, Merrill y Milnes.
En Europa se lo conoció en el Covent Garden en 1937 con Aida, Tosca y Otello; al mismo tiempo se presentó en Estocolmo y Viena. Volvió al viejo continente diez años más tarde para dar conciertos en Londres y cantar óperas en Italia: Rigoletto en la Opera de Roma y en el Duse de Bolonia, en 1946.
Dio muchos conciertos en el Carnegie Hall y fue actor de innumerables filmes de gran éxito popular. En 1950 interpretó el papel de Thomas Norwood en The barrier de Meyerowitz, y se retiró de la escena.
En un medio dirigido y acaparado por italianos de bien ganada fama, Tibbett logró -con ansia de superación y tenacidad- ocupar el honroso puesto de privilegio que había sido patrimonio de artistas de la talla de Ruffo, De Luca y Danise.

Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO

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Louis Quilico2000 – Fallecimiento en Toronto (Canadá) del barítono LOUIS QUILICO. Había nacido en Montreal (Canadá) el 14 de enero de 1925. Estudió con Martial Singher y Lina Pozzolongo (con quien se casó); debutó como Germont en la New York City Opera, en 1955.  Debuts en San Francisco (1955), Covent Garden (1961), París (1962), Metropolitan Opera (Golaud en Pélleas et Mélisande, 1972); otros roles en el Metropolitan incluyen Rigoletto, Iago, Tonio, Scarpia, Renato, Germont, Macbeth, Posa, Falstaff. Su hijo, el barítono Gino Quilico, ha cantado desde 1980 con la Opéra de París.

Fuente:
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA

Website oficial de Louis Quilico:
http://www.louisquilico.com/