13 de febrero
|1815 – Nacimiento en París (Francia) de la mezzosoprano ROSINA STOLTZ. Su verdadero nombre era Victoire Noël. Debutó en La Monnaie de Bruselas en 1832, mas su primer gran éxito fue, en la misma ciudad, en 1836, el de Rachel en La Juive de Halévy, junto a Nourrit. Se trasladó inmediatamente después a París donde reinó sin rival en el mundo canoro. Donizetti escribió para ella la parte de Leonora en La Favorita, y la de Zaida en Don Sebastiano; Halévy la de Catalina en La Reine de Chipre y la de Beppo en Lazzarone. Rossini le dedicó el arreglo de La Donna del Lago, representada en 1846 con el título de Robert Bruce.
ROSINA STOLTZ falleció en París el 28 de julio de 1903.
Fuente:
Della Corte, A.; Gatti, G.M. – DICCIONARIO DE LA MÚSICA
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1873 – Nacimiento en Ometovo (cerca de Kazán, Rusia) del bajo FEODOR CHALIAPIN. Hijo de un campesino que pronto se trasladó a Kazán, tuvo una instrucción rudimentaria. De niño trabajó como aprendiz de zapatero y carpintero; luego fue ayudante en una casa de empeño. Su infancia fue muy similar a la de Gorki, en un ambiente de miseria acentuado por el alcoholismo del padre. Su primer interés por el teatro se despertó a los ocho años, y frecuentó el barracón del saltimbanqui Jakov Mamonov. Su voz se reveló, sin embargo, en el coro de la iglesia local.
A los quince años apareció en una ejecución de La Africana; después participó en compañías de teatro. A los diecisiete, luego de haber dejado un último empleo como estibador entre los boteros del Volga, fue contratado en Ufa para la compañía viajera del empresario Semioniov-Samarsky, si bien sus conocimientos musicales se reducían a algunas lecciones de violín tomadas en la escuela. En esta compañía cantó Il Trovatore, Halka, de Moniuszko, y actuó en El revisor de Gogol.
Posteriormente, se presentó en varias compañías menores, hasta que en el verano de 1892 se empleó en las oficinas del Ferrocarril Transcaucásico, en Tiflis, donde un maestro de canto, el ex tenor Dimitri A Usatov, dio finalmente una base a su técnica vocal, además de hacerle conocer la música de Mussorgsky. Pocos meses después, Chaliapin, contratado en la Opera local, pudo afrontar la parte del molinero en Rusalka, de Dargomisky, la de Mefistófeles en Faust y la de Tonio en Pagliacci. Alternó así el repertorio de bajo con el de barítono.
Esas experiencias le sirvieron como pasaporte, en 1894, para la compañía de ópera del empresario Lentovisky, que se exhibía en el Teatro Arkadia de San Petersburgo, donde su joven voz y su creciente personalidad resaltaron en personajes convencionales como el Bertram de Robert le diable, de Meyerbeer, y atrajeron la atención de los expertos. Sin embargo, en el sucesivo pasaje –abril de 1895-, al Teatro Marinski disponía de una docena de bajos afianzados, encontró serias dificultades.
No tuvo éxito con Robinson en Il matrimonio segreto, y como protagonista de Ruslán y Ludmila. En la primavera de 1896, a causa de una disputa con la dirección, dejó ese teatro. Los dos años en la capital fueron, sin embargo, importantes porque en ese momento Chaliapin pudo estudiar actuación con el actor Dalsky, el cual lo impresionó fuertemente, sobre todo en la interpretación de Shakespeare, Schiller y Ostrovsky, y le enseñó el valor del gesto, del ritmo y de las pausas.
En el verano de 1896, Chaliapin cantó en la Opera de Nijni-Novgorod, y conoció allí al mecenas Savva I. Mamontov. Este lo llevó a Moscú para su ópera privada que estaba organizando en contraposición a la rutina del teatro Bolshoi. Esta compañía, que desde entonces dio espectáculos también en San Petersburgo, fue el terreno en el cual Chaliapin inició sus triunfos.
Después de su debut, el 12 de noviembre de 1896, en La vida por el zar, se presentó en una revolucionaria interpretación de Giuditta, de Serov, y también en La muchacha de Pskov, Jovánschina (papel de Dositeo, 1898), Boris Godunov (1899) y Mozart y Salieri.
Durante los dos años de su permanencia en la compañía tuvo útiles contactos con Rimsky-Korsakov, Rachmaninov –que le enseñó los principios de la armonía-, y con los pintores que rodeaban al mecenas. Entonces su arte escénico se enriqueció con inspiraciones derivadas de la pintura, lo que demuestra cómo muchos pintores disfrutaban haciéndole retratos.
Habiendo pasado en 1899 al Bolshoi, se convirtió pronto en el mayor exponente de los Teatros Imperiales. Entonces ligó su nombre a la reposición de Boris Godunov, en el Teatro Marinski cuando en 1904 fue exhumada la obra maestra de Mussorgsky en la versión de Rimsky-Korsakov, luego de muchos años de olvido.
Su fama comenzó a traspasar la frontera. Cantó por primera vez fuera de Rusia, el 16 de marzo de 1901 en Alla Scala, junto a Caruso y Emma Carelli –bajo la dirección de Toscanini- en Mefistofele.
Su debut en el Metropolitan se produjo el 10 de noviembre de 1907 con la misma ópera. En esa sala interpretaría también el Don Basilio de Il barbiere di Siviglia; Mefistófeles, en Faust; Leporello, en Don Giovanni; protagonista de Boris Godunov y Don Quijote (de Massenet); Filippo II, en Don Carlo, totalizando más de cien representaciones.
Pero su aparición más clamorosa fue la de París en 1908, con Boris, en el Teatro Sarah Bernhardt, con la compañía organizada por Diaghilev. Este resonante hecho lo colocó en el firmamento de los grandes cantantes internacionales, en un nivel no inferior al de Caruso.
Importancia histórica tuvo también su interpretación de Jovánschina en su primera ejecución en un gran teatro (Marinski, 1911, luego París en 1913); y también las temporadas en el Drury Lane de Londres en 1913 y 1914 organizadas y dirigidas por Thomas Beecham.
Durante casi treinta años Chaliapin pasó triunfalmente por los mayores teatros del mundo. Permaneció establemente y por muchas temporadas en los elencos del Metropolitan y de la Opera de París. Si bien abandonó Rusia en 1921 no quiso jamás ser considerado como emigrado político.
En Italia apareció por última vez en Nápoles (1935), y se despidió de la escena en Montecarlo, con Boris, en 1937. De una importancia no inferior a la de sus interpretaciones teatrales, fue su única incursión en el cine como protagonista de Don Quijote de Pabst, con música de Ibert, en 1933.
FEDOR CHALIAPIN falleció en París, el 12 de abril de 1938.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1883 – Fallecimiento en Venecia (Italia) del compositor RICHARD WAGNER. Había nacido en Leipzig (Alemania) el 22 de mayo de 1813. Desde muy joven reveló inclinaciones literarias y musicales, y se consideró siempre tanto poeta como músico. Sus primeros trabajos instrumentales estaban influenciados por Beethoven y su primera ópera Die Feen (1833-34; representada en 1888) por Weber y Marschner. La no exitosa Das Liebesverbot (1836) fue compuesta al estilo de la ópera italiana y francesa mientras era director orquestal en Magdeburgo (1834-36). En 1836 se casó con la actriz Minna Planer. Luego ocupó puestos de director orquestal en Königsberg (1837) y Riga (1837-38). Sus innovadoras teorías musicales provocaron el disgusto de quienes le habían empleado; este hecho y el acoso de sus acreedores le obligaron a huir. Establecido en París (1839-42) Wagner vivió una época de grandes penurias, completó la grand ópera Rienzi y la sombría tragedia romántica Der fliegende Höllander, aunque fracasó en el intento de estrenar alguna de sus obras. Por recomendación de Meyerbeer su ópera Rienzi fue aceptada por la Opera de Dresden, y su triunfo en 1842 lanzó a Wagner a la fama. Sin embargo, su rivalidad con Meyerbeer fomentó el radicalismo antisemita que sostendría toda su vida y que explicitó en su folleto «El judaísmo en la música». Un año después fue nombrado kapellmeister de la Opera de Dresde estrenando bajo su dirección Der fliegende Höllander. En 1844 compone Tannhäuser, obra inspirada en leyendas medievales germanas, avanzado un paso más hacia la definición de un lenguaje musical y poético propio. Al año siguiente, Tannhäuser se estrena en Dresde con la dirección de Wagner. En 1847 trabaja en la composición de Lohengrin y en el texto de Siegfrieds Tod (La muerte de Sigfrido) que luego se transformará en la primera versión de Götterdämerung (El ocaso de los Dioses). En 1849 su compromiso con la revolución liberal de Dresde le obligó a exiliarse, y al año siguiente se estrenó en Weimar Lohengrin, bajo la dirección de Liszt. Instalado en Zürich trabaja en el libreto de la tetralogía y escribe el ensayo Opera y Drama (1851). En 1852 conoce a los esposos Wesendonk. En 1853 comienza a trabajar en la música de Das Rheingold continuando la composición de la tetralogía hasta 1857. Interrumpe este trabajo para abocarse a la creación de Tristan und Isolde, obra inspirada por el amor que siente hacia Matilde Wesendonk. En 1859 completa Tristan und Isolde, al año siguiente adapta Tannhäuser a las modalidades parisinas para su representación en la Opera de París (1861). En 1862 Wagner y Minna Planer se separan definitivamente y el maestro entabla relaciones con Cosima von Büllow (hija de Liszt). En 1864 obtiene la protección del rey Ludwig (Ludwig II) de Baviera, apasionado de su obra. En 1865 se estrena Tristan und Isolde en Munich dirigida por Hans von Büllow. Por entonces entabla amistad con Nietzsche y termina la composición de Die Meistersinger von Nürnberg. En 1968 se estrena en Munich Die Meistersinger von Nürnberg bajo la dirección de Büllow. En 1869 se estrena en Munich Das Rheingold (1869), primer título de su monumental tetralogía Der Ring des Nibelungen (El Anillo del Nibelungo) y al año siguiente, se estrena Die Walküre también en Munich. Tras la muerte de Minna Planer y el divorcio de Cosima (que estaba casada con Hans von Büllow), Wagner contrae matrimonio con Cosima (1870) con la cual tiene tres hijos. Al año siguiente, completa Siegfried. En 1872 se iniciaron las obras del teatro de Bayreuth, especialmente diseñado para las necesidades estéticas de la obra wagneriana. En 1874 completa Götterdämerung; Wagner y Cosima se instalan en Bayreuth. En 1876 se inaugura el Festival de Teatro de Bayreuth con la ejecución completa de Der Ring des Nibelungen, bajo la dirección de Richter. En los años siguientes escribe el libreto de Parsifal y trabaja en su composición. Parsifal se estrena en 1882, en Bayreuth, bajo la dirección de Hermann Levi.
Fuente:
Osborne, Charles – WAGNER
Hamilton, David – THE METROPOLITAN OPERA ENCYCLOPEDIA
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1891 – Nacimiento en Zitomir (Ucrania) del bajo ALEXANDER KIPNIS. Estudió en el Conservatorio de Varsovia, donde obtuvo el diploma de director de orquesta en 1912. Luego se trasladó a Berlín: realizó ahí un curso de canto con Grenzebach.
En 1914, al estallar la guerra, fue arrestado; por intervención de un militar amigo fue dejado en libertad, y pudo iniciar su actividad de cantante, en 1915. En 1916/18 fue contratado en Wiesbaden, y luego en la Opera del Estado de Berlín, donde permaneció hasta 1933.
Em 1922 hizo una gira a los Estados Unidos con una compañía alemana –la primera que se presentaba desde el cese de las hostilidades-. Debutó en la Manhattan Opera de Nueva York, como Pogner, en Die Meistersinger von Nürnberg. Abordó inmediatamente otros títulos wagnerianos, y obtuvo un contrato en la Opera de Chicago, que se extendió hasta 1932, con un aislado regreso en 1938.
Debutó en el Colón de Buenos Aires en 1926, integrando una compañía en la que también participaban Friedrich Schorr y Karin Branzell. Volvió a Buenos Aires en 1928, 1931, 1934/36 y 1941. Se destacó en un vasto repertorio, donde sobresalieron títulos como Der Rosenkavalier, Le nozze di Figaro (protagonista), Der Ring des Nibelungen, Tristan und Isolde y Die Zauberflöte.
Debutó en el Covent Garden, en 1927, en el papel de Marcel, en Les Huguenots, y Sparafucile en Rigoletto. Volvió asiduamente a esa sala hasta 1935. Ese mismo año hizo su presentación en Bayreuth con Tristan und Isolde y Parsifal. Fue huésped en poteriores actuaciones, en 1930 y 1933.
Luego se le conoció en París y Oslo (Tristan und Isolde, con Flagstad en 1932). En 1933 abandonó Alemania por razones políticas; se estableció en Viena, a fin de actuar en la Opera del Estado hasta 1938. Luego del “Anschluss” volvió a los Estados Unidos; debutó en el Metropolitan, el 5 de enero de 1940, como Gurnemanz en Parsifal, al que siguieron el Barón Ochs en Der Rosenkavalier; Arkel, en Pélleas et Mélisande; Rey Marke, en Tristan und Isolde; Hermann, en Tannhäuser; Hagen, en Götterdämmerung; Fasolt, en Das Rheingold; Rocco, en Fidelio; Hunding, en Die Walküre; Sarastro, en Die Zauberflöte; Nilakhanta, en Lakmé; Leporello, en Don Giovanni; y protagonista de Boris Godunov. Totalizó alrededor de cien actuaciones en el Metropolitan hasta 1946.
ALEXANDER KIPNIS falleció en West Port (Connecticut, EE. UU.) el 14 de mayo de 1978.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1920 – Nacimiento en Willimantic (Connecticut, EE. UU.) de la soprano EILEEN FARRELL. Sus padres eran cantantes de vodevil. En 1942 debutó en concierto con la radio CBS, donde pronto presentó su propio programa de radio. Durante los años 1947-1948, recorrió los Estados Unidos como cantante de concierto, y en 1949 hizo una gira por Sudamérica.
El recital de canciones que dio en Nueva York en octubre de 1950 fue entusiastamente aclamado y le aseguraron un reconocimiento inmediato. Ese año, también apareció en la representación, en versión de concierto, de la obra de Berg Wozzeck como Marie. Posteriormente, Toscanini la contrató para una representación de la Novena Sinfonía de Beethoven con la Orquesta Sinfónica de la NBC.
En la película de 1955 Melodía interrumpida, protagonizada por Eleanor Parker como la soprano australiana Marjorie Lawrence, la voz de Farrell era la que doblaba a Parker en las secciones cantadas.
En 1956 debutó en escena como Santuzza en la ópera de Mascagni, Cavalleria Rusticana con la ópera de San Carlos en Tampa, Florida. En 1957 debutó con la Ópera Lírica de Chicago; en 1958, con la Ópera de San Francisco. Hizo su debut en el Metropolitan Opera el 6 de diciembre de 1960, cantando la ópera de Gluck Alceste.
Abrió la temporada del Met 1962–63 como Maddalena en Andrea Chénier de Giordano, con Franco Corelli. Permaneció en el Met a lo largo de la temporada 1963–64, cantando 44 interpretaciones de 6 papeles, luego regresó en marzo de 1966 para dos últimas interpretaciones como Maddalena.
Sus otros papeles en el Met incluyen el rol titular de la ópera de Ponchielli La Gioconda, Leonora en La Forza del Destino de Verdi, Isabella en la Atlantida de Falla, y Santuzza.
A lo largo de los años 1960 fue una solista habitual con la Filarmónica de Nueva York dirigida por Leonard Bernstein; también era una de las cantantes favoritas de Thomas Schippers. Fue una gran intérprete de Wagner, en concierto.
Desde 1971 hasta 1980, Farrell fue profesora de música en la escuela de música de la Universidad de Indiana, en Bloomington. Desde 1983 hasta 1985, fue profesora de música en la Universidad de Maine en Orono. También hizo varias grabaciones de música de blues y jazz al final de su carrera y la Madre Superiora en la versión discográfica de The sound of music con Frederica von Stade.
Publicó sus memorias, Can’t Help Singing (No puedo evitar cantar), en 1999.
EILEEN FARREL falleció en XX el 23 de marzo de 2002.
Fuente:
Wikipedia – La enciclopedia libre
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1926 – Estreno en el Théatre du Casino de Montecarlo de la ópera seria JUDITH de Arthur Honegger (1892-1955), sobre libreto de René Morax.
Dirección: Arthur Honegger.
Fuente:
Bertelé, Antonio [et alt.] – ENCICLOPEDIA DEL ARTE LIRICO
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1968 – Fallecimiento en Roma (Italia) del compositor ILDEBRANDO PIZZETTI. Había nacido en Borgo Strinato, cerca de Parma (Italia) el 20 de septiembre 1880. Fue primero profesor de composición en el Conservatorio de su ciudad natal; en 1909 fue profesor y en 1917 director del Instituto de Música Cherubini de Florencia; en 1923, del Instituto Verdi de Milán; en 1936, como sucesor de Respighi, fue profesor de composición y luego presidente de la famosa Academia Santa Cecilia de Roma.
Con Fedra, basada en D’Annunzio, comienza en 1915 su carrera de compositor de ópera, en la que sigue los pasos de los antiguos clásicos italianos; piensa en un renacimiento del estilo de Monteverdi, en un equilibrio entre palabra y música. En 1916 escribió él mismo el libreto para la leyenda bíblica Debora e Jaele, en la que trabajó durante seis años (estreno: Milán y Hamburgo, 1922); las impetuosas escenas corales causaron una profunda impresión. Seis años más tarde, Arturo Toscanini dirigió en La Scala de Milán la ópera Fra Gherardo, cuyo texto también había redactado el compositor. Lo mismo sucedió con el éxito más importante de Pizzetti, Lo straniero, estrenado en Roma en 1930. En 1935, para la inauguración del Maggio Fiorentino, se estrenó Orseolo, un episodio de la sangrienta historia de Venecia, elaborado para la escena por el compositor.
Una larga interrupción debe atribuirse en parte a los años de la guerra. En 1947 se representó L’oro, que, al igual que Vanna Lupa (1949), obtuvo escasa resonancia. Las obras siguientes las escribió Pizzetti para la radio. Fueron Ifigenia (estreno en la radio en 1950 y en el teatro en 1951) y Cagliostro (en la radio en 1952, en el teatro en 1953). Sólo La figlia di Iorio (1954), también sobre un contundente libretto de D’Annunzio, llegó más allá de los límites de su patria. Por último, en 1958, el ya casi octogenario maestro recibió un calurosos homenaje en la Scala de Milán, con el estreno de su ópera Assasinio nella Cattedrale. También esta obra obtuvo gran repercusión en el exterior; el hecho de que estuviera basada en la pieza teatral de T.S. Elliot (Murder in the Cathedral), contribuyó esencialmente a despertar interés por las obras maduras de Pizzetti.
Fuente:
Phalen, Kurt – DICCIONARIO DE LA OPERA
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1976 – Fallecimiento en Dallas (Estados Unidos) de la soprano LILY PONS. Había nacido en Cannes (Francia) el 12 de abril de 1898. Se llamaba Alice Josephine Pons. Estudió piano en el Conservatorio de París, y posteriormente educó su voz con Alberto de Gorostiaga, que había sido valet del tenor Florencio Constantino. Debutó en Mulhouse con «Lakmé», en 1928. Luego siguieron giras por provinicas de Francia, durante una de las cuales Giovanni Zenatello y su esposa María Gay tuvieron ocasión de escucharla; inmediatamente la recomendaron a Giulio Gatti-Casazza, quien le dio una audición, y la aprobó como artista del Metropolitan, no si reticencias. Su debut en el Metropolitan se produjo el 3 de enero de 1931 como protagonista de «Lucia di Lammermoor», junto al Edgardo de Gigli, con quien cantaría después «La Sonnambula». Luego siguieron Gilda, en «Rigoletto»; Rosina, en «Il Barbiere di Siviglia»; Olympia en «Les Contes de’Hoffmann»; Philine en «Mignon»; la protagonista de «Lakme» y «Linda di Chamounix; la reina Chemakham en «Le Coq d’Or»; y Marie en «La Fille du Regiment». Sin embargo, fue Lucia su personaje talismán; lo cantó en la sala neoyorquina más de cien veces. En 1931 debutó también en el Teatro Colón de Buenos Aires como Lucía. Interpretó después «Il Barbiere di Siviglia», «Lakmé» y «Rigoletto»; volvió en 1932, 1934 y 1938. Sin embargo, su hogar artístico fue siempre el Met -casi trescientas funciones en veintiocho años-. Fueron muy escasas sus presentaciones fuera de allí. Entre ellas se pueden citar la Rosina que cantó en el Covent Garden, y la muy criticada Violetta que abordó en San Francisco en 1951 y 1952. Se retiró de la escena en 1959. Muchos años antes había adquirido la nacionalidad americana. Fue esposa del director de orquesta André Kostelanetz.
Una voz cristalina y extendida hacia el agudo, sumada a una grácil figura y simpatía personal, constituyen los pilares del formidable éxito de Lily Pons. Una desbordada publicidad contribuyó a hacer de ella casi un monstruo sagrado del canto; tanto fue así que en la década del ’40 se la llegó a considerar como la mejor cantante del mundo. Tenemos a nuestra disposición la discografía completa de la cantante, con grabaciones para las compañías Odeón, Víctor, His Mater’s Voice y Columbia. Consideramos que las realizadas para las dos primeras, hasta 1931, son las más satisfactorias y justifican el crédito que se le dio en el Met. Posteriormente la voz se volvió vidriosa y quebradiza; la técnica, audaz, pero desprolija al extremo; al afinación, en general, precaria. Es sorprendente que siendo una soprano ligera, lo más destacable de su canto son los adagios, realizados con timbre parejo y con ese dejo casi imperceptible de nasalidad del idioma francés. A ellos seguían un despliegue de pirotecnia vocal, casi siempre ilógica y en general fuera de estilo. A partir de 1940 se hace difícil distinguir si la cantante ejecuta un trino o es una nota común a causa de un vibrato excesivo. En el plano interpretativo no se la puede juzgar más severamente que a sus colegas de la época, ya que lo que importaba era el acrobatismo vocal. Pensamos que puede haber sido una excelente Lakmé, Olympia o la reina Chemakahn; también oímos un «Rigoletto» grabado privadamente en 1939, donde junto a los consabidos excesos se aprecia una sensibilidad acorde con el carácter de Gilda. Su Lucia di Lammermoor está completamente pasada de moda, y la grabación que hiciera al final de su carrera no la favorece en absoluto.
Fuente:
Patrón Marchand, Miguel – 100 GRANDES CANTANTES DEL PASADO
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1991 – Fallecimiento en Melogmano (Italia) del tenor FLAVIANO LABÒ. Había nacido en Borgonovo (Piacenza, Italia) el 1 de febrero de 1927. Estudió en Parma y Milán; debutó como Cavaradossi (Tosca), en el Teatro Municipal de Piacenza, en 1954. Luego fue contratado para interpretar el rol de Calaf (Turandot) en el Teatro de Mantua actuando posteriormente en Bergamo, donde Rudolph Bing, administrador del Metropolitan Opera, lo escuchó cantar. Debutó en dicha sala neoyorquina en 1957 como Don Alvaro en La forza del Destino participando en ocho temporadas, cantando 59 funciones de 13 roles que incluyeron, entre otros, Alfredo (La Traviata), Manrico (Il Trovatore), Radamès (Aida). También cantó en Milán (1960-61), Roma, Turín, Viena, Londres, Lisboa, París, Barcelona, Buenos Aires (1960, 1961, 1964 y 1968) y en la New York City Opera (1959).
Fue uno de los más importantes tenores verdianos de su generación destacándose como Don Alvaro y Don Carlo, también fue muy admirado como Calaf en Turandot. Su repertorio verdiano incluía: Aida (1958), Rigoletto (1959), Trovatore (1959), Traviata (1959), Simon Boccanegra (1961), Un Ballo in Maschera (1963), Ernani (1964), Luisa Miller (1968), Giovanna d’Arco (1970), Macbeth (1981), Nabucco (1986) y Attila (1987). De las óperas no verdianas, interpretó los roles principales de: La Boheme (1955), Madama Butterfly (1956), Lucia di Lammermoor (1958), Cavalleria Rusticana (1958), La Gioconda (1960), Faust (1962), Mefistofele (1964), Il Pirata (1967), Der Rosenkavalier (1969), Gloria (Mascagni; 1969), Andrea Chenier (1970), Pagliacci (1973), Manon Lescaut (1974), Iris (1976) y Fanciulla del West (1981).
Se retiró profesionalmente en 1989 como Gabriele Adorno en una representación de Simon Boccanegra en su nativa Piacenza.
Fuente:
Website Grandi Tenori – http://www.grandi-tenori.com/
Web oficial de Flaviano Labò:
http://www.flavianolabo.it/